63 insurgentes talibanes que se ocupaban del contrabando de la droga murieron tras una operación conjunta de las tropas de la OTAN y la unidad de comando antinarcóticos afgana en la provincia Helmand, en el sur del país. Además, han sido incautadas 16 toneladas de droga, sobre todo, opio, y de los preparados para producirla.
La operación en el distrito de Baramcha duró dos días. 10 rebeldes han sido arrestados, mientras que las tropas liberaron a 14 afganos civiles que fueron capturados por los criminales para trabajar para ellos. Los militares del cuerpo extranjero lograron retirar las reservas de las armas, incluyendo 'cinturones suicidas', y destruir dos laboratorios que producían la droga.
Helmand es la principal región afgana de cultivo de amapola, que es el recurso para producir el opio y la heroína. La venta es la principal fuente de ingresos de los talibanes que siguen luchando contra el Gobierno legítimo de Afganistán. Este territorio ha sido el escenario de una ofensiva de gran escala de la OTAN efectuada en febrero de este año.
No obstante, la región sigue siendo inestable y se caracteriza por la alta amenaza de atentados insurgentes. El último de estos se produjo el 20 de junio en la capital de la provincia, la ciudad de Lashkar Gah, cobrándose la vida de tres personas y dejando más de 20 heridos.
Afganistán es el principal suministrador de heroína en el mundo. El valor anual de la droga producida en el país es calculado en más de 3.000 millones de dólares
rt
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