Las pérdidas de las fuerzas estadounidenses en Afganistán siguen creciendo cada día. Los dos últimos meses se han convertido en los más sangrientos desde la llegada de las tropas de EE. UU. a ese país asiático en 2001.En junio pasado 60 soldados norteamericanos perdieron la vida, mientras que en julio, la cifra de los fallecidos era de 66 soldados, según el último balance de víctimas confirmado por la OTAN. Así, el número de los militares estadounidenses que han perdido la vida en lo que va del 2010 ha llegado hasta a los 265.En una entrevista para este medio de comunicación, un veterano de la guerra afgana considera que la población local está cansada de la presencia de unidades extranjeras y que la introducción de más tropas solamente ha multiplicado la violencia.“En general, la gente está cansada de que fuerzas extranjeras ocupen su país. El resentimiento contra los estadounidenses aumenta con cada nuevo día que las tropas de Estados Unidos y la coalición pasan en el país”, afirma Jake Deliberto, un veterano que luchó en Afganistán.“La población no se siente protegida a pesar de que éste era el objetivo de la campaña librada contra los insurgentes. A pesar de todo, Kabul puede considerarse una de las ciudades más seguras de Afganistán: el resto del país es diez veces más peligroso”, comentó Deliberto.Según este veterano de la guerra afgana, la introducción de más tropas en el marco de la campaña actual, sólo ha desatado más violencia y muerte. “El conflicto no se va a extinguir de manera natural”, concluyó.
rt
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