El presidente de EE.UU. confirma a la vez su compromiso con Israel, una nación «legítima» que EE.UU. defenderá
Día 23/09/2010 - 21.08h
Barack Obama quiere que un nuevo Estado palestino pueda asistir a la próxima asamblea general de las Naciones Unidas en septiembre de 2011. Ante el plenario de esta institución, Obama urgió a las partes a resolver de una vez su conflicto pero también ha llamado al resto del mundo a colaborar. A Israel la instó a congelar nuevos asentamientos, y a los supuestos amigos del pueblo palestino a dejar de boicotear su futuro empeñándose en destruir el Estado israelí.
AFP
El presidente de Estados Unidos compareció ante la ONU con una corbata azul que hacía juego con el vestido de su secretaria de Estado y principal arquitecta de su plan de paz, Hillary Clinton, sentada entre el público con peinado nuevo y expresión grave.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, escuchaba atentamente desde su sitio. En cambio estaban vacíos los asientos de la delegación israelí. Esto podía deberse a la coincidencia del evento con la fiesta de la «Sukkot», lo más parecido al Día de Acción de Gracias judío.
Pero también podía constituir un detalle escenográfico en sí mismo. A los palestinos Obama les dijo que si no se alcanza la paz, nunca gozarán «del orgullo y la dignidad» de tener su propio Estado.
Lo cual no dejaría de ser quedarse como están. Mientras que a Israel, Obama le advirtió de que si no hay acuerdo no sólo carecerá de paz y de seguridad, sino que se impondrán «las duras realidades de la demografía», lo que a buen entendedor significa que quedarse como están implica ir a peor, a un Estado israelí cada vez más confuso y menos judío.
Elogio de la moratoria
Por otra parte, Obama elogió la moratoria de nuevos asentamientos judíos que expira este fin de semana, y que la parte palestina exige que se extienda para seguir negociando.
El titular de la Casa Blanca expresó su inequívoco apoyo a la extensión de la moratoria, pero también rechazó que las conversaciones se detengan por este punto: «Ahora es el momento para que las dos partes se ayuden mutuamente a salvar este obstáculo, ahora es el momento de construir la confianza —y de ganar tiempo— para que puedan hacerse progresos sustanciales, ahora es el momento de no dejar pasar esta oportunidad».
Obama expresó su compromiso inquebrantable con la seguridad de Israel: cualquiera que intente destruir este Estado, que es legítimo, «tendrá a Estados Unidos enfrente». Bordeando la condena directa al terrorismo de Hamás o Hizbolá, a los que no citó en ningún momento, sí llamó al pueblo palestino a «no equivocarse» y a comprender que hay mucho más coraje en la lucha por la paz de un líder como Mahmud Abbas que en «cualquiera de los que disparan cohetes contra mujeres y niños». «Matar a israelíes inocentes no es resistencia, es injusticia», clamó el mandatario norteamericano.
El mandatario estadounidense también pidió el concurso activo de toda las Naciones Unidas para zanjar de una vez por todas seis décadas de conflicto en Oriente Medio, que la política estadounidense ya no puede permitirse pero el resto del mundo tampoco.
«Todos los que somos amigos de Israel debemos comprender que la verdadera seguridad del Estado judío requiere de una Palestina independiente; y todos los que somos amigos de los palestinos debemos comprender que los derechos del pueblo palestino sólo se conseguirán por vías pacíficas, y eso incluye la genuina reconciliación con el Estado de Israel», concluyó.
abc
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