La tolerancia de Estados Unidos y la UE con casi todas las dictaduras ha sido una práctica habitual. La situación de Egipto, Túnez, Marruecos, Libia, etc., era conocida con todo lujo de detalles por Occidente, pero se hacía y se hace la vista gorda. Ahora se ha conocido que los Estados Unidos han respaldado los abusos cometidos “contra los derechos humanos cometidos por el gobierno de Bahréin”,según la noticia difundida en la cadenaDemocracy Now.
El diario New York Times, ha desvelado que la Marina estadounidense “rechazó una oferta de un activista defensor de los derechos humanos” de Bahréin para hacer un informe sobre la“represión de las protestas” habidas en los últimos días contra la monarquía del rey Hamad bin Isa Al Khalifa.
De acuerdo con la investigación del diario estadounidense, el contacto del activista Nabeel Rajab en la Administración Obama, “recibió la orden de interrumpir toda comunicación con los chiítas bahreiníes, que han hecho campaña contra la discriminación ejercida por la familia sunita gobernante”.
Fue el mismo Rajab el que informó al New York Times sobre la presión que el ejército de Estados Unidos hizo sobre dos senadores estadounidenses “para que no le dieran albergue y ni siquiera se reunieran con él durante un viaje a Washington”.
Bahrein es el primer estado del Golfo Pérsico que se ve conmocionado por las protestas y manifestaciones de sus ciudadanos. Bahrein es la sede de la Quinta Flota de Estados Unidos. Los chiitas representan más del 75 por ciento de la población, mientras que los
Suní, en el poder, son el resto. Los primeros llevan muchos años protestando por el abuso d la dinastía suní, apoyada por Estados Unidos.
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