El presidente de Egipto, Hosni Mubarak, y los miembros de su familia abandonaron este viernes El Cairo, comunicó la cadena de televisión Al Arabiya.
El octogenario dirigente egipcio partió en dirección desconocida desde una base aérea situada en las afueras de la capital egipcia, afirmó Al Arabiya sin precisar las fuentes de esa información.
Entre tanto, un ambiente extremadamente tenso se respira cerca del palacio presidencial en El Cairo, donde se congregaron unas 10.000 personas, partidarios y detractores de Mubarak. Cadenas árabes informan que comenzaron enfrentamientos entre ambos bandos.
La víspera, Mubarak anunció la intención de quedarse en el cargo hasta las elecciones presidenciales de septiembre próximo. Traspasó al vicepresidente Omar Suleiman las atribuciones del jefe de Estado en materia de política exterior e interna pero se reservó las funciones de remodelar el Gobierno, disolver el Parlamento y presentar enmiendas a la Constitución en vigor.
Su decisión decepcionó a Occidente, que calificó esos pasos de insuficientes para el cambio, e indignó a centenares de miles de egipcios que desde el 25 de enero exigen la dimisión inmediata de Mubarak en la plaza Tahrir de El Cairo. El Ejército de Egipto anunció este viernes que será garante del levantamiento completo del estado de excepción una vez que el país recupere la normalidad, así como de la transferencia pacífica del poder tras unas elecciones presidenciales libres y honestas.
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