Los habitantes de la ciudad siria de Jisr al Shughour (noroeste) temen un asalto por parte del Ejército después de que las autoridades hayan prometido duras medidas contra los "grupos armados", a los que acusan de la muerte de 120 miembros de las fuerzas de seguridad. Activistas de derechos humanos explican que no está claro el origen de la violencia, y que posiblemente tenga que ver con un motín militar.
"El Estado actuará con firmeza, con fuerza y de acuerdo con la ley. No se quedará de brazos cruzados", prometió anoche el ministro del Interior, Mohammed Ibrahim al Shaar, en una declaración televisada. "Los grupos armados utilizan armas y granadas... La población pide la intervención urgente del Ejército", afirmó en la cadena. Las protestas contra el régimen sirio arreciaron en esta localidad el fin de semana, después de que el sábado francotiradores dispararan contra los asistentes a un funeral por los muertos caídos la víspera. Según los opositores, 37 residentes y 10 policias murieron durante la represión del sábado.
Un portavoz del Ministerio de Información, citado por Al Yazira, informó de que 40 de los muertos cayeron ayer, y los 80 restantes han fallecido desde el viernes. La televisión estatal asegura que cientos de hombres armados han tomado la ciudad, y que 82 de los hombres de El Asad murieron en un ataque contra su sede, mientras que el resto cayó en una emboscada y en un atentado con bomba cuando se dirigían a Jisr al Shughour en respuesta a las peticiones de auxilio de la población. Sin embargo, un opositor citado por AP habla de que entre las víctimas hay una mezcla de civiles, soldados y policías.
Las informaciones del régimen sirio afirman que los grupos a los que culpan de la violencia incendiaron varios edificios gubernamentales, robaron cinco toneladas de dinamita y abrieron fuego contra civiles y fuerzas de seguridad con ametralladoras y lanzagranadas. La television estatal afirma que muchos civiles han huido hacia la cercana Latakia, e incluye entrevistas con gente que pide que el Ejército limpie Jisr al Shughour de las "bandas armadas" que aterrorizan la localidad.
Por el contrario, la BBC cita a vecinos de Jisr al Shughour que han expresado en la red social Facebook su temor a una matanza y piden ayuda al exterior para evitarla, según la cadena. Los activistas insisten en que las protestas contra el presidente, Bachar el Asad, son pacíficas, y rechazan las informaciones gubernamentales sobre la presencia de grupos armados, que temen que se hayan difundido por el régimen para preparar el escenario para un ataque.
Wissam Tarif, director de la organización de derechos humanos Insan, dice que los choques se produjeron entre fuerzas leales a El Asad y soldados desertores, y considera que la cifra de muertos es "inconsistente". "Una unidad o división del Ejército llegó al área por la mañana. Parece que otra llegó (por la tarde) para contener la deserción", ha declarado a Reuters. Algunas webs de opositores también sugieren disensiones entre las fuerzas de seguridad, incluso un motín, según la BBC. La cadena describe unas imágenes colgadas en YouTube que muestran varios cadáveres, supuestamente de soldados muertos a tiros por haberse negado a disparar contra la población. "No tenemos ninguna clase de armas. Los soldados venían hacia nosotros, y fueron disparados por la espalda por miembros de la seguridad siria", dice un testigo a la cadena.
Sin embargo, el cerrojazo informativo impuesto por el régimen sirio hace imposible comprobar lo que ha sucedido de forma independiente. Las comunicaciones en la zona fueron cortadas ayer, y no se permite la presencia de periodistas extranjeros. Este apagón tampoco permite comprobar la procedencia y fecha del vídeo que ha recibido Al Yazira con la declaración del teniente sirio AbdulRazzaq Mohamed Tlas instando a la rebelión del Ejército contra El Asad. Tlas afirma que las "violaciones" de las que ha sido testigo en Deraa le hacen "incapaz de seguir" en las filas de las Fuerzas Armadas sirias. "¿Es que el Ejército está para robar y proteger a la familia El Asad?", se pregunta durante la grabación.
Cerca de 40 sirios han entrado en Turquía este fin de semana huyendo de la represión del régimen de El Asad, que ya ha causado cerca de un millar de muertos, según los activistas. Uno de ellos, que atravesó la frontera en estado grave, murió mientras era trasladado a un hospital turco, según ha informado un diplomático de este país a France Presse. Otra veintena de los refugiados presentaban heridas sufridas durante las manifestaciones. Otros 200 sirios llegaron a Turquía huyendo de la violencia a finales de abril.
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