Hace dos años se filtraron las imágenes de un avión no tripulado (UAV) en el aeropuerto de Kandahar, con apariencia de ser un UAV furtivo y que provocó especulaciones sobre sus funciones y objetivos, siendo denominado la "Bestia de Kandahar" y cuya denominación oficial es RQ-170 Sentinel, desarrollado por la división de trabajos especiales, "Skunk Works" de Lockheed-Martin.
Entre las especulaciones sobre sus objetivos se indicó que, además de tener funciones de reconocimiento, podría ser configurado para llevar
una fuente de microondas de alta potencia para destruir ordenadores y otros equipos electrónicos en tierra, o como plataforma para realizar interferencias electrónicas en apoyo de otros aviones. Incluso que podría estar vigilando el programa nuclear iraní.
A finales de 2010, el RQ-170 Sentinel volvió a ser fotografiado en una base aérea de Afganistán, posiblemente también el aeropuerto de Kandahar, sin conocerse por qué la Fuerza Aérea estadounidense estaba volando este avión no tripulado furtivo sobre Afganistán, que no tiene defensas aéreas y se volvió a especular que el UAV podría estar realizando vuelos de reconocimiento sobre Pakistán y sobre Irán. La Fuerza Aérea sólo afirmó que el UAV estaba apoyando las necesidades de inteligencia, vigilancia y reconocimiento de los mandos combatientes.
Al final resultó que la Bestia de Kandahar estaba evitando su detección por los radares pakistaníes mientras obtenía inteligencia sobre el paradero de Osama bin Laden. La Agencia Central de Inteligencia (CIA) utilizó el UAV para realizar docenas de misiones secretas en el espacio aéreo pakistaní para vigilar la residencia de Osama bin Laden, según el Washington Post.
Una vez finalizada la operación, se comenzó a conocer la implicación del RQ-170 en la búsqueda de bin Laden, si bien no la amplitud de la misma. En este sentido, después del asalto se señaló que la residencia de bin Laden no podía ser vigilada por UAV ya que cualquier otro tipo de UAV, como el Predator o el Reaper, habría sido detectado y derribado por la defensa aérea pakistaní.
Por ello, la CIA utilizó el RQ-170, que podía penetrar en el espacio aéreo y observar su objetivo, obteniendo imágenes de vídeo de alta resolución, que no pueden proporcionar los satélites. De hecho, Pakistán permite que los UAV estadounidenses sobrevuelen su espacio aéreo pero sólo en los territorios tribales fronterizos y no a 56 km de la capital.
La Bestia de Kandahar nunca observó a bin Laden directamente, pero, después de meses observando la residencia, la CIA concluyó que la persona que paseaba de un lado a otro en la residencia era el jefe de Al Qaeda.
Durante la operación el RQ-170 realizó varias tareas como proporcionar imágenes en tiempo real de la residencia de bin Laden al presidente de Estados Unidos, viglar las comunicaciones militares pakistaníes, mientras sobrevolaba la zona sin ser detectado y podría haber interferido los radares pakistaníes y haber enviado las imágenes de la residencia a los SEAL que realizaron la operación mientras estaban volando hacia la zona.
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