Tras un fuerte avance ayer desde las montañas y el desierto del sur del país, y después de una batalla de más de seis horas, los rebeldes libios se encuentran a tan solo 50 kilómetros de Trípoli. La toma de la ciudad de Al-Qawalish ha supuesto un importante avance para los rebeldes, pues se trata de la última población antes de Gharyan, un punto clave para el dominio de la ruta hacia la capital. Los rebeldes asimismo avanzan desde el enclave de Misrata hacia Zlitan, última barrera antes de la capital libia.
Por su parte, la OTAN ha aumentado sus bombardeos y el gobierno libio acusa a los aliados de poner en marcha un ejército de mercenarios en tierra. Sin embargo, portavoces de la Alianza niegan que estén apoyando estratégicamente a los opositores y recuerdan que «las fuerzas de Gadafi han empleado mercenarios no sólo estos meses, sino durante años».
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