Una delegación de empresarios brasileños de la industria aeroespacial se encuentra en Seattle esta semana para tratar de hacer negocios con Boeing y otras compañías en la cadena de producción de este fabricante estadounidense de aviones civiles y militares. Oficialmente, la misión organizado por la Agencia Brasileña de Desarrollo Industrial (ABDI), un brazo del gobierno dedicado a la innovación tecnológica, busca identificar las características de la industria aeroespacial en Seattle, que puede ser replicado en Brasil. En la práctica, sin embargo, Boeing abre sus puertas a las empresas brasileñas Con el fin de obtener apoyo en la carrera para vender 36 aviones de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), un acuerdo estimado en hasta $ 8 mil millones. El sector aeroespacial de Brasil, por el contrario, trata de entrar en la cadena de suministro casi impenetrable de Boeing. "La verdad es que hoy no hay empresas brasileñas con importantes contratos con Boeing," dijo un ejecutivo de una empresa que integra delegación brasileña, que pidió el anonimato para no perjudicar sus intentos de crear una relación de negocios con Boeing. "¿Cuáles son las empresas brasileñas subcontratada por otras empresas, por lo general estadounidenses, que venden a Boeing", añadió. En las reuniones el martes, el valor de los que participaron con el compromiso de mantener el anonimato de las fuentes, Boeing buscó convencido de que una de las formas de ampliar la relación comercial de Brasil es a través de la compra de los F-18 Super Hornet. "a sus empresas, esta es la mejor oportunidad para lograr la transferencia de tecnología que desea tanto "dijo un ejecutivo de Boeing. Este mismo ejecutivo señaló que si Boeing vende los aviones de combate a Brasil, la empresa de EE.UU. se hará cargo del mantenimiento durante cinco años - y el servicio se llevaría a cabo por empresas locales, una vez debidamente capacitado. En otras reuniones que, no tuvieron acceso al informe, Boeing dijo que las oportunidades de negocio pueden ser explorados por las empresas brasileñas, independientemente dedejar la decisión en la compra de aviones de combate de Brasil. No se haya cerrado nada concreto, pero algunos ejecutivos brasileños demostró entusiasmado con la posibilidad. Antes de Seattle, ABDI organizaron expediciones a la sede de otras dos empresas que compiten por el suministro de los aviones. En primer lugar, hace dos años, fue la empresa francesa Dassault, tratando de vender su Rafale a Brasil. Un ejemplo de una empresa brasileña que logró cerrar el trato después de la misión es Soluciones Ambra, que será responsable del centro de entrenamiento para pilotos y mecánicos de América Latina en uno de los motores de la francesa Safran. Una tercera misión fue hace un año a Suecia país de Saab AB, que también disputa el contrato multimillonario con el gobierno brasileño. ABDI también organizó una misión a Portugal, que, para la entidad, muestra que la agenda comercial aeroespacial tiene nada que ver con la competencia para los cazas. Hay planes para organizar misiones a otras partes del mundo como Oriente Medio. Gracias al programa, el número de empresas del sector aeroespacial en la región de Sao José dos Campos que aumentaron las exportaciones de dos a seis años, mientras que el volumen financiero de las ventas es aún modesto, con EE.UU. $ 38 millones en 2010. "Por supuesto que hay interés de compañías como Boeing acercarse a causa de los cazas de Brasil", reconoce Agliberto Chagas, la Cecompi, organización privada dirigida a fomentar la innovación en la región de Sao José dos Campos. "Pero nuestro programa es mucho más amplio que eso." En total, doce compañías son parte de la delegación brasileña en los EE.UU., que también está formado por otras instituciones gubernamentales como el BNDES, la agencia de promoción de las exportaciones (APEX) y el órgano registro de marcas y patentes (INPI). Entre hoy y mañana se reúnen con empresarios de las empresas de Seattle que ofrecen productos y servicios de Boeing.
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