El primer portaaviones chino construido sobre la plataforma del antiguo portaaviones soviético Variag, ha pasado exitosamente la segunda etapa de pruebas de navegación.
El domingo volvió al puerto de Dalian, después de 12 días de navegación. Entretanto, se desconoce si se ha utilizado la aviación de a bordo, ya que en el buque no se ha montado hasta ahora el sistema que asegura el frenado de los aviones que aterrizan en la cubierta. China tenía la intención de adquirir a Rusia 4 sistemas de frenado, pero Moscú se negó a venderlos, aduciendo su carácter estratégico.
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