30 Enero 12 - Madrid - I. Blanco
El concepto de la aviación militar está destinado a sufrir una drástica evolución en los próximos años, liderada por la todopoderosa industria bélica estadounidense. Los proyectos de futuro y los prototipos en pruebas han ido cumpliendo los plazos necesarios para que dejen de ser una previsión y pronto sirvan en primera línea.
Es el caso de la Marina de Estados Unidos, que prueba ya un modelo no tripulado para sus portaaviones y cuyo diseño se acerca a los platillos volantes. El fabricante «Northrop Grumman» se adjudicó un contrato en 2007 para desarrollar dos aviones no tripulados a lo largo de seis años. El «X-47B» fue construido en poco más de un año con vistas a la integración en los portaaviones estadounidenses, aunque ahora se ha añadido al proyecto el abastecimiento en vuelo.
El «X-47B», de 18,92 metros de envergadura, está diseñado para volar a altitudes de más de 12 kilómetros de altura con autonomía de largo alcance (hasta 3.889 kilómetros). El modelo ha sido diseñado para misiones de inteligencia, vigilancia, reconocimiento, orientación, apoyo aéreo cercano, comunicaciones, detección de misiles y ataques de precisión.
Los prototipos se envían a la Estación Aérea Naval de Patuxent River, en Maryland (California), donde se afina el sistema de despegue y aterrizaje en una pista pintada para parecerse a una cubierta de vuelo.
Despliegue en 2020
En 2013, estos aviones demostrarán ya sus capacidades reales y, en 2014, se implementará el sistema de reabastecimiento de combustible aéreo autónomo. Se estima que el despliegue operativo en la flota de EE UU se realice alrededor de 2020.
La próxima versión de este avión no tripulado se denomina «X-47C», prevista para dentro de unos años, y que consistirá en una versión más grande con la friolera de 52 metros de envergadura -como el bombardero «B-2»-.
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