El secretario de Defensa de EEUU, León Panetta, presentará este jueves el proyecto de presupuesto del Pentágono para el año fiscal 2013, en que figurarán más de $80.000 millones destinados para la guerra en Afganistán, comunicó el corresponsal de RIA Novosti.
La víspera, fuentes del Pentágono dijeron a los periodistas que el presupuesto básico del Pentágono para el año fiscal 2013, que comienza el 1 de octubre del año en curso, será de 523.000 millones de dólares, ó 5.000 millones mayor que el de 2012, pero recortado en 30.000 millones de dólares en comparación con el planificado inicialmente.
Son cifras orientativas. La variante definitiva del presupuesto nacional, que incluye los de diversos ministerios y departamentos, será presentada por la Casa Blanca al Congreso el 13 de febrero.
Un representante anónimo del Pentágono informó que ese departamento de defensa espera recibir 82.500 millones de dólares para llevar a cabo operaciones en Afganistán, ó 33.000 millones de dólares menos que el año pasado. Eso se debe a la retirada de muchas unidades estadounidenses de ese país, explicó.
El presidente de EEUU, Barack Obama, declaró estos días que unos 10 mil militares estadounidenses ya abandonaron Afganistán, donde hacia otoño de 2011 se encontraban unos 90 mil efectivos de EEUU.Los portavoces del Pentágono señalaron que el nuevo presupuesto fue elaborado partiendo de la nueva estrategia de defensa, anunciada por la Casa Blanca a comienzos de este mes de enero.
La Administración de EEUU planea reducir las Fuerzas Armadas y al mismo tiempo modernizarlas. Prometió retirar dos brigadas del Ejército de Tierra, de siete mil efectivos de Europa.
Para el Pentágono, las regiones de Asia-el Pacífico y la de Oriente Próximo son prioritarias y destaca entre las principales tareas la “lucha contra las amenazas cibernéticas”.El nuevo presupuesto refleja una reducción sin precedentes de los gastos para el desarrollo y adquisición de armas consideradas poco eficaces o demasiado costosas.
Según un plan coordinado entre la casa Blanca y el Congreso, el Pentágono deberá ahorrar 487.000 millones de dólares en los próximos diez años. Se recortarán las asignaciones para la Fuerza Aérea, en particular, para la fabricación del caza F-35.
Se reducirán los programas de modernización de los aviones de transporte C-130 y los de desarrollo de un nuevo satélite meteorológico y un nuevo helicóptero, llamado a sustituir el Bell UH-1N, utilizado para garantizar la seguridad de las rampas de lanzamiento de misiles balísticos. Cesará por completo la financiación del programa de desarrollo del avión espía no tripulado Global Hawk.
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