sta semana ha habido un nuevo atentado contra un científico iraní vinculado con el programa nuclear de ese país. Era alguien destacado ya que dirigía la central de Nataz, una de las más importante dentro de las fronteras persas. Teherán ha acusado al Mossad de haber organizado una campaña de asesinatos selectivos. Y la verdad, puede que los ayatollahs hayan fantaseado otras veces, pero seguramente esta vez no vayan muy desencaminados.
No hay que ser muy amante de las teorías de la conspiración para creerse algo así. En primer lugar, se han producido diversos asesinatos en dos años, como podréis ver aquí. Si aplicamos la máxima de a quién beneficia todo apunta a Israel que teme más que nada que Irán se haga con la bomba, y ha amenazado abiertamente con un ataque si lo logran.
No hay que ser un genio para darse cuenta que todos los indicios apuntan a una guerra secreta de Israel y EEUU (tampoco descartemos algún actor más). Así lo ha apuntado Jordi Pérez Colome en su magnífico blog. La verdad que no cuesta mucho sospechar de la siniestra maestría del Mossad, y más si se observan operaciones de este tipo que realizaron en el pasado.
Eric Frattini las describe magistralmente en su libro Kidon. Los verdugos del Mossad. En él se describe laoperación Atomo: el plan para liquidar a los científicos que trabajaban en el programa nuclear del Irak de Sadam Hussein. Los servicios secretos hebreos demostraron una terrible eficacia con el uso del veneno. Por cierto, este despliegue de espionaje culminó con el bombardeo de la planta nuclear de Osirak por parte de la aviación israelí en 1981. Curiosamente, mandos hebreos habían pedido a los iraníes que también atacaran esas instalaciones.
Tampoco hay que olvidar otra acción, Operación Damocles, contra científicos alemanes que habían participado en el programa de cohetes nazis y en los años 60. Aquí el Mossad utilizó cartas bombas, y la operación terminó en fiasco cuando dos de sus agentes fueron detenidos en Suiza. Pretendían secuestrar a la hija de uno de estos científicos para presionarle y que abandonara su trabajo en Egipto.
La verdad es que la posibilidad de una guerra secreta entre Israel e Irán ya se habló en 2009, como indica esteartículo del Telegraph. Según se indica en el texto (que cita fuentes de agentes de la CIA), el objetivo de la campaña era (o es) realentizar el programa nuclear con el asesinato se algunos científicos. Además, con esta campaña subversiva se evitarían los riesgos de una guerra abierta que podría tener consecuencias imprevisibles en el volátil Oriente Medio. Curiosamente, se sitúa el primer asesinato en 2007: Ardeshir Hosseinpour, científico en la central de Isfahan. La causa de muerte fue un envenamiento, y alguien tan poco sospechoso de proiraní como Stratfor, consultoría de seguridad.
Para acabar y por si algún lector tiene dudas, sólo me gustaría señalar el lema del Mossad: “Por la vía del engaño harás la guerra”.
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