La mayor novedad en materia de adquisiciones para la Policía en este nuevo año es la compra de 350 fusiles Kaláshnikov (fusiles de asalto rusos) para la Guardia Nacional Republicana. Se trata de dos tipos de armas: .
La compra se produce en el marco de un plan para el fortalecimiento del principal cuerpo de elite de la Policía. El gobierno considera que debe estar mejor preparado para grandes operativos.
El fusil AK 103 tiene una culata que se pliega al costado, el subfusil lanzagranadas, el listón para enganchar el visor nocturno y demás equipamiento complementario. Se trata de una evolución del fusil AK47. Llega a pesar 3,5 kilos (con el cargador lleno), tiende dos funciones de disparo (automática y semi automática) y muy poco retroceso, lo que mejora la precisión del disparo. Otra ventaja es que su mantenimiento es práctico.
Las otras 200 armas cortas fueron adquiridas a la misma fábrica que produce los AK 103. Los subfusiles de 9 milímetros fueron creados a medida de las fuerzas especiales. Esta arma es utilizada en la actualidad por el ejército ruso y sus fuerzas de elite (antiterroristas y de combate al narcotráfico, por ejemplo) y tiene la ventaja de poseer un nivel de ruido muy bajo, lo que la hace especialmente apta para operaciones de asalto.
Compra secreta
Según explicó a El Observador el director general de Secretaría del Ministerio del Interior, Charles Carrera, la adquisición se realizó por el sistema de “compra secreta”, previsto en el artículo 33 del Tocaf.
El monto de la operación no ha trascendido y Carrera se excusó de brindarlo, por tratarse de una compra secreta. Además de estos rubros, el Ministerio del Interior también cuenta con “gastos confidenciales”.
La Guardia Republicana pasó en 2011 de ser una dependencia de la Jefatura de Policía de Montevideo a depender directamente del Ministerio del Interior y tener alcance nacional. En la actualidad esta fuerza cuenta con 1.200 efectivos pero se espera que lleguen a los 1.500 en el año 2015.
La Guardia Nacional Republicana reúne a los efectivos de la actual Guardia de Coraceros y Guardia Metropolitana.
También existe un proyecto para ampliar esta fuerza, trasladando efectivos del ejército a la tarea policial para fortalecer los cuerpos de vigilancia y mantenimiento del orden interno.
Otras adquisiciones
Los nuevos fusiles no son el único equipamiento que el Ministerio del Interior adquirió de los rusos. A mitad del año ya se había anunciado la adquisición de tres carros de blindados GAZ TIGR (conocidos como Tigre).
Las autoridades consiguieron un buen precio por estos vehículos, ya que si bien su precio de mercado por unidad es de US$ 300 mil, fueron vendidos a Uruguay a US$ 280 mil cada unidad.
Estos carros acorazados también serán destinados a la Guardia Nacional Republicana. Se trata de vehículos que pese a su robustez muestran gran agilidad para el uso en la ciudad.
Blindados similares fueron utilizados recientemente por el Batallón de Operaciones Policiales Especiales (BOPE) de Brasil, en sus incursiones en las favelas de Río de Janeiro en el combate al narcotráfico. Las pruebas del BOPE contribuyeron a que Uruguay firmara el contrato de compra de estos vehículos blindados el 28 de abril del 2011.
Desde la Corporación Nacional de Tecnologías Rusas se indicó a mediados del año pasado que Uruguay es el primer país que adquiere los vehículos GAZ TIGR, al igual que pasó con los camiones Ural.
Estos blindados son 4x4 y llegan a desarrollar velocidades de hasta 140 kilómetros por hora y están equipados en su parte superior con cámaras que logran hacer registros en 360 grados.
La idea de la Secretaría de Estado es utilizarlos en operaciones tácticas donde exista el peligro de que la Policía sea blanco de armas pesadas. Según las estipulaciones del fabricante pueden transportar entre 9 y 12 hombres.
Rusia ocupa el primer puesto en cuanto a volumen de facturación en la exportación de armamento a los países de América del Sur durante los últimos ocho años.
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