Publicado: 06 mar 2012 | 15:23 MSK
Última actualización: 06 mar 2012 | 16:01 MSK
Los países de Occidente están financiando y manteniendo la industria mundial de armas nucleares por medio de diversas instituciones financieras, indica un estudio de la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN, por sus siglas en inglés).
Inversión rentable
Así, 322 bancos, compañías de seguros, gestores de activos y fondos de pensión asignan más de 100.000 millones de dólares anuales a la fabricación de ojivas, misiles balísticos, bombarderos y submarinos utilizando tecnologías avanzadas.
Se trata de compañías como Lockheed Martin y Northrop Grummanen Estados Unidos, BAE Systems y Babcock International en Reino Unido, Thales y Safran en Francia, y Larsen & Toubro en India.
“Instituciones financieras invierten en esas compañías concediendo préstamos y comprando acciones y bonos”, reza el informe 'Don’t Bank on the Bomb: The Global Financing of Nuclear Weapons Producers' ('No cuenten con la bomba: La financiación global de los productores de armas nucleares').
El estudio llama a estas entidades financieras a dejar de invertir en la industria atómica ya que “cualquier uso de armas nucleares violaría el derecho internacional y supondría catastróficas consecuencias humanitarias. Al invertir en los fabricantes, las instituciones financieras están de hecho favoreciendo la construcción de armas atómicas”.
En el prólogo del informe, el arzobispo anglicano sudafricano Desmond Tutu, premio Nobel de la Paz, destaca: “Nadie debería aprovecharse de esta terrible industria de la muerte que nos amenaza a todos”.
EE. UU. y Europa, las principales sedes
De las instituciones financieras mencionadas en el informe, alrededor de la mitad tienen sede en Estados Unidos y un tercio en Europa, así como en Asia, Australia y Medio Oriente. Los más activos “promotores” de armas nucleares son el Bank of America, BlackRock y JP Morgan Chase en Estados Unidos; Barclays, HSBC, Lloyds y Royal Bank of Scotland en Reino Unido; BBVA y Banco Santander, en España; BNP Paribas, en Francia; Allianz y Deutsche Bank, en Alemania; Mistubishi UJF Financial, en Japón; y Credit Suisse y UBS, en Suiza.
“Si los bancos se resisten a ceder, los clientes tendrán que buscar alternativas éticas”, indicó Tim Wright, director de campañas de ICAN y coautor del informe, que además llamó a boicotear a estas instituciones financieras multinacionales.
El pasado 23 de enero, los ministros de Exteriores de la UE aprobaron imponer un embargo a las importaciones de petróleo de la República Islámica de Irán, que será gradualmente implementado por los 27 países de la Unión.
Las sanciones europeas son parte de una presión internacional para hacer que Teherán frene su programa nuclear que se sospecha es de índole armamentístico, pero Irán insiste en que es pacífico y para la generación de energía eléctrica.
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