El C-101 Aviojet en el que ayer se estrellaron un capitán y un alférez del Ejército del Aire a unos 40 kilómetros al noroeste de Madrid es el avión de entrenamiento por excelencia de nuestras Fuerzas Armadas, en las que lleva sirviendo desde su entrada en servicio, en 1980. Tres años antes, precisamente el año de nacimiento del capitán Castellón Bueno, volaba por primera vez en las instalaciones de CASA, la firma española que los construye. El Ejército del Aire cuenta con 88 de ellos, la mayoría de ellos en la Academia General del Aire, donde además de en labores de entrenamiento y enseñanza básica avanzada de vuelo, equipa a la Patrulla Águila. También da servicio al Grupo de Escuelas de Matacán (Salamanca) y al Centro Logístico de Armamento y Experimentación en Torrejón de Ardoz.
El 'culopollo' -sobrenombre por el que es conocido por su peculiar forma trasera, con la deriva de cola sobrepasando la tobera de su motor Garret Airesearch-, sin embargo, es ya un avión al límite de su vida operativa. Y eso que el Ejército del Aire ha trabajado mucho en su mejora. De hecho, el avión actual tiene poco parecido con el que voló en 1977, con una aviónica mejorada y cambiada, y con muchas horas de mejora y mimo en los talleres de la AGA y el resto de unidades que lo utilizan.
De hecho, el Ministerio de Defensa ya hizo hace dos años planes oficiosos para su posible sustitución por otros aparatos más avanzados, como el Dassault Dornier Alphajet francoalemán. Uno de los principales problemas a los que se enfrenta nuestro E-25 'Mirlo' (denominación del Ejército del Aire para el Aviojet) es que es un monomotor. Y eso, en un aparato de entrenamiento, es un riesgo, ya que cualquier fallo motor o entrada en pérdida puede resultar fatal. Frente a este hándicap, los Alpha Jet francoalemanes equipan dos turbofáns Larzac. Además, al ser el avión de entrenamiento tanto alemanes como franceses, permitiría una mayor integración de pilotos y programas de entrenamiento.
Sin embargo, el proyecto para sustituir a medio plazo a los Aviojet sigue ahora sin financiación, una condición indispensable para su implementación. La crisis y el elevado coste de las misiones en el extranjero de nuestras Fuerzas Armadas han hecho a Defensa priorizar otros programas. El accidente de ayer sirve de recordatorio para que -más pronto que tarde- ese proyecto se recupere.
La OTAN barajó también desarrollar un entrenador propio, pero finalmente abandonó la idea ante la imposibilidad de aunar en un solo aparato todas las especificaciones de sus miembros.
El C-101 es el avión que más horas de vuelo ha realizado en la historia de la Academia General del Aire -superó en marzo de 2004 alas 176.124 horas de vuelo de la vieja avioneta Bücker 131 Jungmann- y permite una formación desde las primeras fases de vuelo hasta la transición a los aviones de combate. Por sus mandos han pasado ya más de 2.000 alumnos, que lo suelen recordar como un aparato ágil en comparación con los cazas que luego manejan. De hecho, pesa poco más de 3 toneladas frente a las 11,5 del Eurofighter en vacío o las 12,7 del F-18.
El Mirlo alcanza una velocidad máxima de 770 kilómetros por hora a 8.535 metros y tiene capacidad para un piloto y un alumno. Está construido totalmente en España por CASA y su fiabilidad, facilidad de manejo, bajo coste de operaciones y completa instrumentación le convierten en un avión muy adecuado para el vuelo de enseñanza y el vuelo acrobático.
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