EFE martes, 17 de abril de 2012
Estados Unidos ha pedido a España 30 millones de dólares anuales (unos 23 millones de euros) para financiar el presupuesto de las fuerzas de seguridad afganas entre 2015 y 2018, una vez que se hayan retirado el grueso de las tropas internacionales, según han asegurado fuentes de la OTAN.
En conjunto, las estimaciones señalan que el coste de mantener al Ejército y la Policía de Afganistán en ese periodo ascenderá cada año a unos 4.100 millones de dólares (unos 3.100 millones de euros), que en gran parte tendrá que asumir la comunidad internacional. EEUU, que actualmente se hace cargo de la práctica totalidad del presupuesto de las fuerzas afganas, ha planteado un reparto en el que seguiría siendo el principal contribuyente.
Según ese esquema, el propio Afganistán asumiría 500 millones de dólares al año (unos 380 millones de euros), y los 50 países que participan en la misión de la OTAN -menos EEUU- pagarían 1.300 millones de dólares (cerca de 1.000 millones de euros). Del resto se haría cargo principalmente Estados Unidos, con el apoyo de algunos otros contribuyentes.
Según fuentes de la Alianza, Washington ha planteado ese reparto en base a factores como el tamaño de los países, su situación económica y su presencia en Afganistán. Así, habría demandado 200 millones de dólares (más de 150 millones de euros) al año a países como Francia, Alemania y Reino Unido, y 150 millones (unos 115 millones de euros) a otros como Italia y Australia, han explicado.
Esas cifras estarían pensadas para los tres primeros años a partir del fin del proceso de transición en 2014, cuando Afganistán pasará a tener el control total de su seguridad y se prevé la retirada de la mayor parte de las tropas internacionales. A lo largo de este año se espera que las fuerzas de seguridad afganas alcancen un tamaño máximo de 352.000 efectivos entre Ejército y Policía y que en años posteriores, en principio más allá de 2014, comiencen a decrecer.
La estimación de la OTAN es que las fuerzas de seguridad del país deberían contar a largo plazo con 228.500 miembros, aunque la decisión corresponderá a Kabul. La financiación y el apoyo a las tropas afganas una vez completado el grueso de la retirada serán uno de los asuntos que discutirán esta semana en Bruselas los ministros de Exteriores y de Defensa de la OTAN, al igual que lo harán el mes próximo los líderes de la Alianza en la cumbre que celebrarán en Chicago (EEUU).
La organización debe definir también en esa cita su papel en Afganistán más allá de 2014. Otras fuentes aliadas dan por hecho que la OTAN mantendrá en el país asiático una misión de formación y apoyo de las fuerzas afganas y aseguran que hay un "consenso amplio" de que ese operativo no tendrá atribuciones de combate más allá de la defensa propia.
Varios países, entre ellos EEUU y Reino Unido, apuestan sin embargo por complementar esa operación con unidades de fuerzas especiales que puedan desarrollar acciones de ataque contra el terrorismo, según las mismas fuentes. A priori, otros países, como España, abogan por poner punto y final a las acciones ofensivas, aunque todavía no hay una decisión definitiva al respecto.
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