El buque de aprovisionamiento en combate (BAC) Patiño ha amarrado ya en la base naval de A Graña, en Ferrol, tras finalizar la misión como unidad de mando de la operación Atalanta contra la piratería en aguas del Índico.
El buque llegó a la base ferrolana, tal y como estaba previsto, a las diez de la mañana. A bordo, una tripulación de 215 personas (190 hombres y 25 mujeres), que zarparon de la urbe naval a finales de noviembre.
Más de un centenar de familiares de los marinos presenciaron la llegada del buque en la rada de A Graña.
El almirante del Arsenal, Francisco José Cortés Uría, ha presidido el acto de bienvenida en la cubierta del buque. En su discurso ha destacado la labor de la dotación del Patiño y de los infantes de Marina que participaron en la misión. El almirante ha destacado la «profesionalidad y el orgullo» por el éxito de la operación.
Uría ha subrayado que el barco completó misiones «mucho más allá del cometido de un buque logístico», desde labores «humanitarias hasta escoltas de tráficos marítimos o el abordaje de embarcaciones, siempre con sencillez, naturalidad y discreción». «Lo habéis hecho con un fuerte sentimiento de equipo», ha enfatizado el almirante, que ha recordado que la misión «entrañaba riesgos inherentes». Uría ha felicitado a la dotación del barco porque «habéis demostrado las capacidades y flexibilidad de los buques de la Armada». Y ha concluido su discurso con un: «Bien hecho, Patiño».
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