Matar dos pájaros de un tiro. Esto es lo que podría lograrse si el proyecto de investigación alemán SUGAR tiene éxito. Primero se pretende explotar las grandes reservas de energía en forma de hidrato de metano que yacen en el fondo del mar, para después almacenar en las cavidades creadas dióxido de carbono para contribuir así a la protección del medio ambiente. El documental interactivo 'A la caza de la energía del futuro' acompaña a científicos a bordo del buque de investigación 'Sonne', que exploran frente a las costas de Nueva Zelanda las profundidades del Pacífico en zonas donde se encuentra el hidrato de metano en el subsuelo marino.
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