En el mundo de hoy es impensable que existan políticos avezados, con liderazgo internacional y aspiraciones perpetuas, que no sean capaces de practicar un doble lenguaje acomodaticio… pero en el caso del Medio Oriente ese ejercicio vocal ha sido masivo, colectivo, desde Beijing hasta New York, de París a Pyongyang, de Teherán a Damasco, y desde el Kremlin hasta la Casa Blanca… muy especialmente, porque a pesar de las concesiones soterradas que la administración Obama le trasmitiera en carta privada al líder supremo iraní, ayatolá Alí Khameneii, y filtradas a partir de su aplicación en la conferencia del Grupo P5+1 en Estambul… las Fuerzas Armadas de los EE.UU no han dejado de posicionarse en torno al estrecho de Ormuz, con Fragatas, Cruceros y Destructores de la USS Navy, incluyendo los Portaviones clase Nimitz merodeando en el Mar Arábigo y los golfos de Omán y Arábigo… con sus Ejércitos de asalto apostados en Israel y Kuwait… y con sus moderna Aviación presta en la Base Aérea Shaikh Isa de Bahréin, donde acampan los F-15 del Ala 104 de Combate de la Guardia Nacional Aérea de Massachusetts… y desde el domingo 22 de este mes con una serie de bombarderos Stealth de Avanzada F-22, de combate, posiblemente el Escuadrón 302 de Caza, proveniente de la Base conjunta de Elmendorf-Richardson en Alaska, y que fueron trasladados a la Base Aérea Al Dhafra en los Emiratos Árabes Unidos.
Todas las unidades de fuerzas especiales basadas en EE.UU, en Europa y el Medio Oriente, participaron esta semana en un ejercicio especial ordenado por el presidente Barack Obama, para simular las reacciones de Irán a un potencial ataque de los Estados Unidos e Israel a las instalaciones nucleares militares iraníes; según informó una fuente militar exclusiva de Washington.
El escuadrón de bombarderos Stealth F-22 (denominados invisibles o furtivos) del Escuadrón de Caza citado, aliados a los F-15 de Combate de la Guardia Nacional Aérea, tendría la misión de destruir la fuerza aérea iraní y sus baterías de defensa aéreas, con el fin de despejar el camino para que los bombarderos estadounidenses e israelíes entren en acción contra las zonas nucleares de Irán y la infraestructura estratégica de su ejército y del Cuerpo de Guardias de la Revolución.
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