15 de junio de 2012
No hace mucho, la revistaThe New Yorker daba cuenta del curioso caso de una disputa entre granjeros de Dakota del Norte, Estados Unidos, que se había resuelto gracias a la intervención de undrone, un avión espía no tripulado como los que se han usado en Afganistán y en Pakistán para descubrir y en ocasiones liquidar a líderes de Al Qaida.
Aunque el programa Predator ha sido uno de los secretos mejor guardados por el gobierno estadounidense en los últimos años, no dejaba de ser un secreto a voces, una leyenda omnipresente en el imaginario popular sobre todo americano, que los ha visto como una especie de atajo técnico para hacer la guerra sin tener que ir a ella. Barack Obama ha sacado todos los soldados americanos que ha podido de Irak y de Afganistán, pero en cambio ha mandado muchos más aviones espías y asesinos de los que jamás autorizó George W. Bush. Drones no tripulados y a menudo operados ni siquiera por empleados directos del gobierno sino por subcontratistas privados de la CIA.
Cuando la gente piensa en un drone se imagina una especie de enorme ángel de la muerte, una inmensa y apabullante máquina de guerra. Y es verdad que hay muchos así. Pero también es cierto que la industria militar lleva tiempo trabajando en diseños mucho menores, del tamaño de una pelota de baloncesto o de tenis, o incluso de las dimensiones de un insecto. Losminidrones están pensados para el espionaje más personal y para la guerrilla más urbana.
Apuntan los expertos que a medida que Washington cierra guerra tras guerra como quien cierra carpetas, se acumulan, y más que se acumularán, drones grandes, medianos y pequeños y artilugios afines que, como la industria ya no podrá destinar a uso militar, habrá que empezar a pensar en el uso civil.
¿Está preparada la sociedad civil estadounidense, y por extensión la occidental, para verse como esos díscolos granjeros de Dakota del Norte, controlados por el sheriff con los mismos artilugios que la CIA usa para espiar a los talibán? ¿Nos encaminamos a una nueva era de vigilancia tecnológica al lado de la cual el Gran Hermano y la censura de las redes sociales y todo lo que se pueda imaginar será unjuego de niños?
Al final va a acabar siendo verdad que, si naciste pa' martillo, del cielo te caen los clavos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario