Moscú, 3 de agosto, RIA Novosti.
Rusia planea mantenerse al margen de la Convención internacional contra las bombas fragmentarias, o de racimo, que entró en vigor a partir de este agosto, escribe hoy el periódico digital Gzt.Ru.Un experto militar ruso próximo a las negociaciones sobre el tema afirmó que Occidente usa la Convención, aprobada en 2008 y firmada por 107 naciones hasta la fecha, para restringir a Rusia en el uso de estas armas "eficaces y baratas"."La Convención no prohíbe armas fragmentarias aunque sí plantea ante ellas una serie de requisitos, en particular, que su carga destructiva sea de alta precisión. Es como si fuesen de oro, económicamente no vamos a poder con esta exigencia. Occidente trata de arrinconarnos de forma deliberada pero nuestra actitud es de rechazo", afirmó la fuente al agregar que Moscú dará a conocer su postura a finales de este mes, cuando en Ginebra se celebre una nueva ronda de negociaciones para la proscripción de armas inhumanas.Los mayores productores de armas de racimo - EEUU, Rusia, China e Israel - permanecen al margen de la Convención, al igual que otros 83 países, entre ellos, Brasil, Cuba, Egipto, Georgia, Grecia, India, Irak, Irán, Pakistán, Polonia, Rumania y Turquía.La Coalición contra las bombas de racimo (CMC, por su sigla en inglés) estima que estas armas mataron o mutilaron a unas 100.000 personas. Una tercera parte de estas víctimas son niños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario