Seúl, 28 de enero (Yonhap) -- Rusia no se opone a referir el programa de enriquecimiento de uranio de Corea del Norte ante el Consejo de Seguridad de la ONU, dijo el jefe negociador nuclear de Moscú, aumentando la esperanza de Seúl de plantear la cuestión ante el organismo de seguridad mundial.
El viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Alexei Borodavkin, realizó estas declaraciones tras reunirse con su homólogo surcoreano, Wi Sung-lac, en Seúl, llamando al programa de uranio de Pyongyang un "grave" problema y una "violación" de las resoluciones.
"Lo más importante es que Corea del Norte está presionando para el enriquecimiento de uranio. Esto es una violación de las resoluciones del Consejo", dijo a los periodistas a través de un intérprete. "Sería bueno que pudiéramos discutirlo en las conversaciones multilaterales, pero lamentamos que (las negociaciones) no se han reanudado todavía. Rusia no se opone a debatir esta cuestión en el Consejo de Seguridad".
Borodavkin también expresó su apoyo a la posición de Seúl de que el diálogo entre las dos Coreas debería ser el punto de partida para crear un ambiente adecuado para la reanudación de las conversaciones multilaterales, y que Pyongyang debe tomar medidas concretas para demostrar su seriedad sobre la desnuclearización, antes de las negociaciones nucleares multilaterales, dijo un alto funcionario surcoreano.
Corea del Sur y Estados Unidos han pedido una respuesta internacional más dura para el programa de uranio, que podría ser utilizado para construir bombas atómicas. El Norte reveló en noviembre que está explotando una instalación de enriquecimiento de uranio, sumándose a la preocupación internacional por su capacidad nuclear.
Los funcionarios en Seúl dicen que antes de reabrir las conversaciones multilaterales, el asunto debe ser llevado al Consejo de Seguridad para definir claramente la naturaleza ilegítima del programa, a fin de anticiparse a que el Norte reclame que la instalación está diseñada para producir combustible para la generación de energía.
Pocos creen que un régimen que ha mantenido el desarrollo de armas nucleares durante décadas y llevado a cabo dos ensayos atómicos en 2006 y 2008, tema a las demandas y advertencias internacionales para renunciar a las ambiciones nucleares.
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