Decididos a mantener la vigilancia y el apoyo al Plan Colombia, elComando sur de los Estados Unidos ha negociado un acuerdo secreto con la República de Panamá para operar un centro de vigilancia aèrea que opera desde el aeropuerto internacional deTocumen, según revelan fuentes oficiales en Washington. El centro bajo el mando de un general norteamericano retirado empleará aeronaves no tripuladas del tipo UAV (Unmanned Aerial Vehicles) que pertenecen a la empresa estadounidense Stark Aerospace Inc., compañìa subsidiaria del conglomerado irsraelíIsrael Aerospace Industries, quienes construyen los ya conocidos"Drones" que operan las fuerzas armadas norteamericanas enIrak y Afganistán.
Uno de los modelos conocido como el Hunter tiene un alcance de vuelo de 144 millas, mientras que el Eitan tiene un radio de acciòn de hasta 4,600 millas, suficiente para vigilar el espacio aéreo colombiano y venezolano. Las aeronaves no tripuladas llevan cámaras de vigilancia y pueden ser equipados con misiles aire-tierra. Estas aeronaves han sido utilizadas con mucha precisiòn en la zona límitrofe de Waziristàn en Pakistàn donde han muerto decenas de integrantes de los talibanes.
Los detalles del acuerdo de vigilancia fueron confirmados por John Lindsay-Poland, director delFellowship of Reconciliation, una ONG que vigila las actividades de las fuerzas armadas norteamericanas. Según Lindsay-Poland, el centro de vigilancia en Tocumen también será utilizado por el US Navy para monitorear las costas panameñas donde transitan lanchas rápidas que transportan droga colombiana. En un esfuerzo por minimizar el flujo, el gobierno panameño ha comenzado la construcciòn de 20 bases aeronavales y ha comprado 19 radares, buques y helicòpteros italianos.
Crìticos del acuerdo secreto entre Panamà y los Estados Unidos señalan que las aeronaves no tripuladas pueden ser utilizadas para atacar los campamentos de las Farc en Colombia yVenezuela, situaciòn que ya fue denunciada por el presidente venezolano Hugo Chàvez. Funcionarios panameños consultados sobre el tema rehusaron confirmar la firma del acuerdo de vigilancia, indicando que el ùnico vocero autorizado era el presidente de la república.
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