El ex presidente de Ucrania, Víctor Yushchenko, podría terminar entre rejas: según versiones él supervisaba personalmente todas las irregularidades financieras vinculadas a los suministros de armas a Georgia. La Fiscalía General del país trata de minimizar este tema, declarando que hasta ahora no tiene datos concretos de las personas involucradas. ¿Pero cuales son las perspectivas que presenta el “asunto de Yushchenko”?
“La hermandad” de armas entre Kiev y Tbilisi en los últimos dos años fue mencionada por la prensa exclusivamente en un contexto negativo. Está confirmado que el armamento ucraniano estaba destinado y era utilizado en la operación “Campo Puro”, es decir, en el ataque del ejército georgiano a Osetia del Sur acaecido en agosto de 2008.
Tal “contribución” de Ucrania a la guerra de cinco días, naturalmente no podía gustarle a Moscú. El Kremlin ha dado su apreciación sobre este negocio de armas ucranianas, habiendo declarado que en Kiev tratan “de esconderse en los diferentes conceptos”: “armas ofensivas o armas no ofensivas”. Como declaró en su momento el subjefe del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Grigory Karasin, “hay algunos tipos de armas que no se pueden llamar ofensivos. Pero si, al tenerlas en abundancia, el ejército se hace mucho más agresivo. Así que tales diferenciaciones no podrían ser aceptadas”.
La posición oficial de Kiev no es la misma que la de Ucrania. Por ejemplo, el diputado de la Rada Suprema, Valery Konovalyuk, que inició en la república la creación de una comisión para el estudio de la legalidad de la cooperación militar entre Ucrania y Georgia, fue el primero en acusar a Víctor Yushchenko sobre la venta ilegal de esas armas. Según su comisión, en los últimos cuatro años, Ucrania suministró a Tbilisi armas por un valor superior a los 2,5 millones de dólares, pero en realidad Kiev ha recibido solamente 200 mil dólares. Además a Georgia fueron enviados sesenta vehículos blindados, cuarenta tanques, catorce sistemas antiaéreos, helicópteros Mi-8 y Mi-24 y otros armamentos quitados de servicio en los sectores ucranianos.
Ucrania no sólo vendió a Georgia sistemas antiaereos “Buk-M1″ por un precio reducido, también envió un grupo de especialistas civiles quienes servían estos equipos en agosto de 2008, contra los aviones de combate rusos. Valery Konovalyuk cree que se trata, en este caso, “de un negocio de armas sombrío entre Yushchenko y Saakashvili”, que ha provocado un enorme daño al presupuesto estatal de Ucrania.
Sistema de misiles de medio alcance, Buk-M1
Hasta al momento Kiev, oficialmente, trataba de mantenerse firme. Los funcionarios afirmaban que los suministros a Tbilisi son legales y al no haber un embargo de armas, continuarán. El mismo V.Yushchenko negaba todas las acusaciones que hay contra él. Durante su visita a la feria “Dubai Airshow-2009″ comentò los rumores sobre el comercio ilegal de estas armas como “un total absurdo”.
Finalmente, con la llegada al poder político de Víctor Yanukóvych, las relaciones entre Kiev y Tbilisi cambiaron radicalmente, tocando también en cuanto al componente militar. En resumen: Ucrania se ha negado a armar por completo a los georgianos. Los politólogos y los expertos cuentan que de esta nueva realidad no hay nada asombroso. Según el dirigente del centro de pronósticos militares del Instituto de análisis políticos y militares, Anatoly Tsyganok, V.Yushchenko y M.Saakashvili eran una organización “familiar” (V.Yuschenko y M.Saakashvili son compadres). Además, según ciertos datos, la tecnología que Ucrania suministraba a Georgia era regulada por cuenta de los Estados Unidos. Sin embargo ahora la situación ha cambiado, ya que ya no existe el apoyo del “amigo Bush” para Yushchenko y Saakashvili, y el presidente actual, Barack Obama, no va a pagar las cuentas por estos “suministros”.
De la Redaccion de “Ares World Defense & Security”
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