El viceprimer ministro ruso, Serguei Ivanov, descartó que el nuevo tratado ruso-estadounidense para la reducción de armas estratégicas ofensivas (START) afecte los planes de Rusia de desarrollar los misiles balísticos intercontinentales Bulavá y Yars.
“Los planes que tenemos sobre el desarrollo de fuerzas estratégicas siguen vigentes. Eso se refiere a Bulavá y Yars”, dijo Ivanov al reunirse ayer con los periodistas, y agregó que el nuevo START “no impone ningunas otras obligaciones aparte de los límites indicados en el tratado”.
El nuevo tratado START adquirió valor legal ayer, sábado, después de que el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, y la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, intercambiaron de instrumentos de ratificación en un acto que tuvo lugar en la ciudad alemana de Munich, en el marco de la 47ª Conferencia de Seguridad en Munich.
El pasado 28 de enero el presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, firmó los instrumentos de ratificación del nuevo tratado ruso-estadounidense, previamente aprobado por el Senado de EEUU y ambas cámaras del Parlamento ruso.
El Tratado START establece de forma vinculante la relación entre armas estratégicas ofensivas y defensivas.
EEUU y Rusia se comprometen mediante el Tratado START a reducir su arsenal de armas estratégicas ofensivas hasta 1.550 ojivas nucleares y 800 vehículos correspondientes, desplegados y en reserva. El acuerdo fue firmado por los presidentes ruso y estadounidense, Dmitri Medvédev y Barack Obama, el 8 de abril de 2010 en Praga.
El nuevo misil balístico Bulavá entrará en el servicio operacional de la Armada de Rusia en 2011 en caso de que los próximos lanzamientos de prueba resulten exitosos. Se planea que los submarinos portamisiles del proyecto 955 Borei equipados con los misiles Bulavá-30 constituirán el núcleo de la tríada nuclear de Rusia a medio y largo plazo.
Los misiles balísticos intercontinentales R30 3M30 Bulavá-30 (RSM-56, en tratados internacionales y SS-NX-30, según clasificación de la OTAN) tienen alcance de 8.000 kilómetros y pueden portar de 6 a 10 cabezas nucleares hipersónicas independientes, de 100 a 150 kilotones cada una, capaces de modificar la trayectoria de vuelo.
Los misiles balísticos intercontinentales RS-24 Yars, de base móvil, constan de tres etapas, usan combustible sólido y portan como mínimo cuatro ojivas, cada una, de entre 150 y 300 kilotones. La mayoría de sus características técnicas se mantiene en secreto.
A finales de 2010 el comandante de las Tropas de Misiles Estratégicos de Rusia (TME), general Serguei Karakáev, declaró que la producción de los misiles monobloque Topol-M a corto plazo será sustituida por los misiles RS-24 Yars con ojivas múltiples de guiado autónomo (OMGA).
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