El secretario de Defensa norteamericano, Robert Gates, ha advertido que la declaración de una zona de exclusión aérea sobre Libia supondría, en realidad, una intervención militar en ese país, con bombardeos sobre determinadas posiciones y el uso de numerosos aviones y barcos de guerra.
Para impedir que los aviones de Gadafi puedan actuar contra los rebeldes y tener verdaderamente el control del espacio aéreo libio "es necesario empezar con el ataque y la destrucción de los sistemas de defensa antiaérea" de ese país, ha manifestado hoy Gates en una comparecencia en el Congreso. Eso exige bombardeos de radares y otros sistemas que puedan intimidar a los pilotos norteamericanos o de otros países que lleven a cabo ese control.
El jefe de las Fuerzas Armadas norteamericanas, almirante Mike Mullen, advirtió el martes que la declaración de una zona de exclusión aérea debe de hacerse "sin poner en peligro las vidas" de los soldados que participen en esa operación.
En cuanto al número de fuerzas que se requieren para esa misión, el secretario Gates no fue preciso, pero aseguró, de forma genérica, que "hacen falta más aviones de los que caben en un portaaviones", lo que hace pensar en una movilización militar de grandes proporciones.
El Pentágono ha confirmado el desplazamiento hacia las costas de Libia de un portahelicópteros y otra nave con varios cientos de marines a bordo. Al menos un portaaviones podría también estar viajando hacia la zona, según otras fuentes.
"Si se ordena, lo podemos hacer", ha aclarado el secretario de Defensa en relación a la zona de exclusión aérea. Pero quiso dejar claro que es necesario pensarlo detenidamente, tanto por las dificultades técnicas que supone como por las dificultades políticas. Algunos países árabes y europeos no son partidarios de una acción que puede ser criticada como una intervención extranjera en Libia. Estados Unidos no quiere actuar de forma unilateral y ha expresado su deseo de requerir una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU y una clara voluntad de parte de la comunidad internacional.
1 comentario:
Caracas, 15 de marzo de 2011.
Nueva Sección:
Profesor. Carlos Herrera.
Cc:
Www.elam.gob.ve
Presente.
Envía:
Dr. Carlos Gustavo Pérez
carlosgper1@gmail.copm
Cell: 0414-9110006.
“Honor y Gloria a la Dra. Sara Ribas de Pérez”
De como se evitan las querras y otros tratados.
“Cuatro años bajo la media luna”.
A los cuatro años de mi existencia y siendo aún un crío de la “Dra. Sara Ribas de Pérez”, era frecuente que yo pudiera ver al “Sr. Rómulo Bentancourt”, salir corriendo de la casa N°: tres (3), de la calle “El Atlantico”, ubicada en el barrio Paramaconi en Catia, parroquia Sucre de Caracas, donde la “Abuela. Sara. R de Pérez” impartía las clases de Filosofía I, a los alumnos de la Escuela de Letras, de la misma Universidad Central de Venezuela.
De día se realizaban las reuniones con los alumnos, pues de noche salian todos a sus respectivas casas y otras labores y porque era de día que la Ciudad Universitaria (UCV) se construía, puesto que no existían las instalaciones de la Universidad como tal y estaba regada por la ciudad. En el edificio que es hoy “El Palacio de las Academias”, no se daban clases, en el Silencio ni en las instalaciones del Hospital Vargas, que era el otro sitio de labores de la abuela en caracas, otros lugares estaban en Maracay, Valera , Mérida y en New York en EEUU, en todos se dictaban las clases por la abuela. Sara en las materias de Filología, Filosofía y Psicología además estaba frecuentemente rodeada de nietos y uno que otro agentes de la “Seguridad Nacional”, quienes vigilaban muy de cerca las actividades tanto de la profesora como de los alumnos.
La abuela. Sara R de Pérez, leía frecuentemente las aventuras de un amigo de ella, de orígen tachirence, y que ella decía que habia visto con ella cuando pertenecian en Europa a “La Cruz Roja”, todo un mundo de barbaridades en el mundo del demonio, este libro se leía como: “Memorias de un aventurero venezolano: Rafael de Nogales Méndez”. Para las clase de los alumnos que ella deba el remoquete de “Los Revoltosos”, ella preparaba las clases con otro libro grueso y negro “La Biblia”. Muchas horas de discusión eran con el Sr. Romulo, y el cual él le decía a ella que el libro de “El Petróleo”, que ella estaba escribiendo debía salir de la imprenta con el nombre él como autor, y no con el nombre de ella, que además era su tutora, esto porque sería vista ella con buenos ojos a los enemigos del Gobierno, puesto que se estaba peleando contra la dictadura militar.
Por:
“El Reporter TCR, C. A”
Dr. Carlos Gustavo Pérez.
carlosgper1@gmail.com
Cell:0414-9110006.
Anexo I.
Tomado de:
http://www.clarin.com/mundo/LIBIA-Continuan-Kadafi-Ras-Lanuf_5_441605839.html
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