Una piloto de la zona de Chicago comentó que creyó que los pilotos de un par de aviones F-16 que efectuaban rodeos a su alrededor, estaban admirando antiguo y galardonado avión Piper Cub de 1941, sin embargo ella estaba siendo objeto de una interceptación aérea sin duda, y activó sin darse cuenta un complejo dispositivo de seguridad en la zona TFR declarada por la visita del presidente Obama a Chicago.
Myrtle Rose, de 75 años, y dueña del pequeño avión admitió que no revisó los NOTAM antes de volar y tampoco encendió la radio en el J3 Cub de color azul y amarillo que ella ha llamdo “Winston” mientras se internó sin saberlo en medio del sistema de seguridad presidencial TFR.
Al ver el par de aviones de combate tan cerca de su avión, nunca se le ocurrió que estaba siendo interceptada. “Pensé, ‘Oh, bueno, pensé sólo están buscando la forma de admirar ver lo lindo que es el Cub”, según dijo a la agencia a The Associated Press. Al parecer los pilotos de la Fuerza Aérea no habrían intentado escoltarla hasta algún aeropuerto. Rose se dirigió a casa y al aterrizaje en la pista ubicada en la zona residencial de Chicago de South Barrington se llenó rápidamente de vehículos policiales.
Rose llenó un informe a la FAA explicando que pensó que pilotos de combate estaban tratando de echar un vistazo a su Piper Cub, el que hace pocos días obtuvo el premio honorífico como el mejor en su clase en el Oshkosh AirVenture.
De acuerdo a lo señalado por la autoridad lo sucedido no es es un perfil de vuelo normal probable de 9.000 dólares por hora, si no que se trata de una acción militar con aviones de combate bien armados, según palabras del portavoz del NORAD Stacey Knott. “Lo más importante a tener en cuenta es que cuando los F-16 se acercan lo harán intentando establecer contacto y tratarán de decirle algo”
Las sanciones por transgredir la zona de seguridad van desde cartas de amonestación y multas hasta la suspensión de la licencia de vuelo.
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