Un avión de pasajeros DC9, de la desaparecida aerolínea italiana Itavia, cayó al mar cerca de la isla de Ustica en 1980 porque fue abatido por un misil o quedó en medio de una “guerra aérea”, estableció el tribunal de Palermo.
El tribunal además condenó a indemnizar con más de 100 millones de euros a los parientes de las 81 víctimas del avión.
Las motivaciones de la sentencia de ese tribunal fueron conocidas este miércoles y pusieron fin a la teoría de que había sido la explosión de una bomba dentro de la cabina la que ocasionó que la aeronave se precipitará al mar.
“Todos los elementos considerados permiten probar que el accidente ocurrido al DC9 se verificó a causa de una interceptación realizada por dos cazas, que en la parte final de la ruta del DC9 viajaban paralelamente a él”, dijo la sentencia.
Añadió que el incidente también pudo haber sido causado por una aeronave militar escondida en la estela dejada por el DC9 para no ser detectada por el radar, por un misil lanzado por los aviones que perseguían a esta última o por una “casi colisión”.
Los hechos ocurrieron la noche del 27 de junio de 1980, cuando el avión cubría la ruta entre Bolonia (norte) y Palermo, la capital de la isla de Sicilia.
Según el veredicto de los jueces, el DC9 atravesó un “corredor de guerra” y por esa razón cayó al mar, a la altura de la isla de Ustica, en el Mediterráneo.
Señaló que la responsabilidad de los hechos es de atribuirse al Estado italiano, al que condenó a indemnizar con más de 100 millones de euros a los parientes de las 81 víctimas.
En 2008, el expresidente Francesco Cossiga declaró que el avión fue derribado por un misil disparado por un caza francés que perseguía a la aeronave en la que viajaba el líder libio Muamar Gadafi, quien resultó ileso porque habría sido advertido por los servicios secretos militares italianos.
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