El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el primer ministro británico,David Cameron, han llegado en un visita histórica a la plaza Tahrir de Bengasi, en Libia, después de haberse reunido esta mañana con los nuevos líderes del país en Trípoli.
El presidente Sarkozy declaró ante la muchedumbre que les recibió con banderas francesas y británicas que cree en una «Libia unida, no en una Libia dividida». Cameron, por su parte, se mostró encantado de estar «en libertad en Libia, en un país libre».
Ambos mandatarios, que han llevado las riendas de la misión de la OTAN que ha apoyado a las fuerzas del CNT durante los enfrentamientos armados, han caminado juntos entre cientos de libios haciendo la «V» de la victoria.
Bengasi ha sido para los antigadafistas la capital durante los combates con las fuerzas de Gadafi, que se iniciaron en el pasado mes de febrero. Una vez derrocado Gadafi, el CNT se ha trasladado a Trípoli.
Cameron se ha convertido en la mañana de este jueves en el primer líder occidental en llegar a Libia desde la caída de su exdirigente. Sarkozy lo hizo minutos después.
«Francia les ofrece su amistad y apoyo a los jóvenes de Bengasi y a todos los jóvenes árabes», afirmó Sarkzy. «Queréis paz, queréis libertad, queréis progreso económico y Francia, Gran Bretaña y Europa estarán junto al pueblo libio», añadió.
Los dos dirigentes europeos coincidieron esta mañana en que Gadafi «tiene que ser detenido». «Todos los que han cometido crímenes tendrán que someterse a la justicia internacional», aseguraron.
Cameron, no obstante, reconoció que todavía se está «lejos de haber terminado el trabajo» en el combate con las fuerzas gadafistas que aún resisten.
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