La corporación “Rosatom” instalará en la ciudad de Sarov (la region de Nizhniy Novgorod) un láser para modelar la explosion nuclear, informó el director de esta empresa nacional Serguéi Kirienko. Será más potente que el equipo idéntico que está funcionando en el laboratorio Nacional de Livermoore de EEUU.
No es casual que Sarov haya sido elegido para colocar esta instalación. Esta ciudad, en una época reciente absolutamente secreta, no figuraba en los mapas y existía bajo el código de “Arzamás-16”, donde antes se diseñaban bombas atómicas y nucleares y ahora se encuentra el Centro Nuclear Federal de Rusia. El problema de la seguridad del armamento nuclear es muy apremiante en todos los países que lo poseen. La comunidad internacional está muy preocupada por la confiabilidad y la seguridad de los arsenales donde el número total de cargas de combate asciende a miles y miles de unidades. Por lo tanto se requiere un alto nivel de control sobre la situación en que estas cargas se encuentran, sin realizar pruebas nucleares. Es más, las pruebas nucleares de campo producen estragos irreparables al medio ambiente y la salud humana.
Hace ya mucho tiempo que Rusia haya evaluado estos riesgos y se manifiesta por que todos los demás paìses se unan al Tratado de prohibición universal de pruebas nucleares (TPUPN). A la víspera, este tema fue discutido entre el vicecanciller ruso Serguéi Riabkov y el secretario ejecutivo de la comisión preparatoria de TPUNP Tibor Tot. Según el diplomático ruso, uno de los problemas claves del cumpliento de este Tratado es la creación de los objetivos nucleares que el Sistema Internacional de monitoring debe poner bajo su control.
La nueva instalación de Sarov también contribuirá a implementar la prohibición total de las pruebas nucleares de campo. El modelaje físico de una explosión es un método de control de cargas nucleares, explica el director del Instituto para el desarrollo confiable de energía atómica Leonid Bolshov:
Esta instalación ha aparecido debido a que ya desde hace mucho tiempo las pruebas nucleares no se llevan a cabo en todo el mundo. Para mantener el armamento nuclear en estado activo es necesario, por lo menos, realizar ciertos ensayos. Con mayor razón, si tenemos en cuenta que todos los países nucleares siguen perfeccionado su armamento.
Para realizar los trabajos en este sentido, el Laboratorio Nacional de Livermoore de EEUU lleva ya 20 años construiyendo los lásers cada vez más potentes que producen la luz muy potente. Los trabajos semejantes se realizaron también en la URSS y se reanudan ahora en Rusia, lo que constituye un momento muy importante.
Es grato escuhar que pronto se iniciarán las obras de construcción de una instalación idéntica, pero aún más potente que la de Livermoore en funcionamiento.
Nuestros científicos podrán solucionar los problemas relacionados con el mantenimiento de la capacidad defensiva del país, pero no sólo esto. Cada vez que los científicos obtengan una herramienta potente, lo primero que se les ocurre es cómo aprovecharla para indagar nuevos misterios de la naturaleza.
Según este investigador, el modelaje permite estudiar a fondo la física de la explosión. Esta instalación tendría que ponerse en servicio en el año 2017.
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