Foto: EPA
La obtención por Palestina del estatus de miembro plenipotenciario de la UNESCO fue motivo para la imposición de sanciones contra la autonomía de parte de Israel. Las autoridades judías anunciaron la aceleración de la construcción de asentamientos en tierras ocupadas y el cese de la transferencia de impuestos y recaudaciones para las autoridades palestinas que se cobran en territorio israelí.
Tal decisión fue tomada en reunión del denominado gabinete de ministros “estrecho” de Israel para la seguridad. El primer ministro Benjamín Netanyahu ordenó aprontar la construcción de viviendas en Jerusalén y en los asentamientos Gush Etzion y Maale Adumim.
Por lo demás, no todos en Israel recibieron positivamente la decisión del gabinete “estrecho”. El partido opositor Kadima declaró que había que conformarse con la admisión de Palestina en la UNESCO y “seguir convenciendo a la comunidad internacional de que es a nosotros asiste la razón y no a los palestinos”. En lo que hace a los palestinos, su líder Mahmud Abbas dijo que los actos de la parte judía ponen en peligro el proceso de regularización pacífica en Oriente Medio.
De esta manera, en las relaciones entre las dos partes de la regularización en Oriente Medio, Palestina e Israel, se ha registrado una nueva agudización. No es un secreto que la admisión de Palestina en la UNESCO no es sino un pretexto para el nuevo acceso de reclamaciones y recriminaciones mutuas. Las conversaciones fueron suspendidas hace más de un año. Y precisamente la intransigencia de Israel instó a los palestinos a abandonarlas. El tropiezo es la colonización de tierras palestinas por judíos. Y la última decisión de acelerarla puede tener consecuencias imprevisibles. De modo que las declaraciones de que son los palestinos los que cierran las puertas suscitan dudas. Pues, la parte palestina ha declarado reiteradamente que no ve sus esfuerzos en la ONU como alternativa al proceso de diálogo. Su objetivo es centrar la atención de la comunidad internacional en el callejón sin salida en el que entró la regularización en Oriente Medio. Justo por eso se guiaba Rusia al respaldar la solicitud de Palestina de su ingreso en la ONU y en la UNESCO.
Precisamente son EEUU e Israel los que se oponen más a la integración de los palestinos a las estructuras internacionales. Y en esto hay un interés egoísta, opina el orientalista Boris Dolgov. Pues, al obtener incluso el estatus de observadora en la ONU, Palestina tendrá derecho a recurrir a la Corte Penal Internacional, lo que no conviene en absoluto a Washington, ni a Tel Aviv, dice el experto.
- Si la Autoridad Nacional palestina se torna miembro de la ONU, tendrá derecho a plantear la cuestión de que Israel ocupa sus tierras, lo que corresponde a la realidad. Y entonces, la ONU puede tomar una decisión en contra de Israel. En particular, imponer sanciones a Israel como Estado que ocupa territorio de otro país. Esta tesis está estipulada en la Carta de la ONU.
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