Las autoridades militares rusas han anunciado que abatirán el cohete que lance Corea del Norte si se desvía de su trayectoria y se convierte en una amenaza para su territorio.
Moscú se suma así a la iniciativa de Japón de derribar el proyectil que dispare el régimen de Pyongyang en caso de peligro.
“En caso de que el cohete portador norcoreano se desvíe de su trayectoria y surja algún peligro de que caiga en nuestro territorio, las tropas de la defensa espacial y antiaérea están dispuestas a abatirlo”, ha dicho a la agencia Interfax un portavoz del Estado Mayor del ejército ruso. Su preocupación estriba en que se produzca algún fallo y el misil caiga sobre las islas Kuriles.
El Gobierno ruso se suma así a la iniciativa adoptada por Japón. Las autoridades de Tokio han establecido un plan de contingencia para derribar el proyectil en el hipotético caso de que éste modifique su trayectoria inicial y suponga un riesgo para el archipiélago nipón.
Para ello, el Gobierno japonés ha ordenado desplegar un amplio dispositivo de defensa.
Ha desplegado el sistema de misiles tierra-aire en el centro y alrededores de Tokio, así como en diversos puntos de las islas de Okinawa. Y ha movilizado, asimismo, a tres destructores, varios cazas F15 y cerca de 800 miembros de las Fuerzas de Autodefensa, que es el nombre que recibe el ejército japonés.
El nerviosismo de las autoridades niponas se explica porque se estima que el cohete norcoreano sobrevolará las islas de Okinawa, si no se desvía de su trayectoria inicial.
Y los expertos prevén que los primeros fragmentos del cohete propulsor norcoreano caigan en una zona del mar amarillo, a unos 130 kilómetros al oeste de Corea del Sur. Y que el segundo conjunto de restos del misil se precipiten al océano Pacífico, a unos 130 kilómetros al este de la isla filipina de Luzón.
Ante esta previsible trayectoria del cohete y los oídos sordos de las autoridades de Corea del Norte a las peticiones de la comunidad internacional para que se abstengan de lanzar su satélite con un misil de largo alcance, varias compañías aéreas han optado por varias sus rutas entre los días 12 y 16 de este mes.
Las compañías aéreas japonesas Japan Airlines (JAL) y All Nipón Airways (ANA) anunciaron ayer que desviarán sus vuelos a Indonesia, Filipinas y Singapur. Hoy, la Autoridad de Aviación civil de Filipinas ha indicado que cerrará tres corredores aéreos entre los días 12 y 16 para evitar el cohete.
Además de las compañías japonesas JAL y ANA, las aerolíneas filipinas Philippine Airlines y Cebú Pacific reorientarán sus vuelos. Y Korean Airlines y Garuda indonesia, también han dado a conocer su voluntad de modificar sus rutas.
Las compañías aéreas han adoptado esta decisión por precaución y ante lo que parecen ser inútiles advertencias de Estados Unidos, China, Japón, Rusia y Japón a las autoridades norcoreanas de que no lancen el satélite con el cohete de largo alcance, debido a que viola las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Japón, corea del sur y Estados Unidos han condenado el lanzamiento por considerarlo una prueba encubierta de un misil de largo alcance. Y las autoridades rusas, por su parte, no dudaron en subrayar que “la iniciativa del régimen de Pyongyang constituye un desprecio a las decisiones de las Naciones Unidas”, ha declarado el portavoz de la diplomacia rusa, Alexandre Loukachevich, a la agencia Ria Novosti.
China, por su parte, ha vuelto a hacer un llamamiento a la calma a todos los países implicados. “Emplazamos a todas las partes implicadas a mantenerse en calma, a dar muertas de prudencia y a evitar una escalada de tensión en la península coreana”, ha declarado el portavoz de la diplomacia china, Liu Weimin, en la habitual conferencia de prensa.
Con su llamamiento, Pekín respondía a las peticiones de Washington. “Seguimos animando a China a hacer todo lo que esté en su mano. Y nos inclinamos a pensar que seguirán haciendo uso de su influencia en las próximas horas y días”, había afirmado horas antes la portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Victoria Nuland.
Mientras, en la base de lanzamiento de Tongchang-ri, en la península norcoreana de Cholsan, a unos cincuenta kilómetros de la frontera entre Corea del Norte y China, prosiguen los preparativos para lanzar el cohete. Hoy está previsto que se instale el satélite sobre la lanzadera Unha-3 y luego empiece la fase de cargar de combustible los tanques del cohete
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