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domingo, 6 de mayo de 2012

¿Puede ser resuelta la ecuación iraní sin Israel?

¿Puede ser resuelta la ecuación iraní sin Israel?
Teherán no renunciará nunca al programa de enriquecimiento de uranio y no ve razones para cerrar la planta subterránea de uranio en Fordow.

El representante de Irán ante el Organismo Internacional de Energía Atómica, (OIEA), Ali Asgar Soltanie hizo una declaración en esos términos antes de la ronda de conversaciones de su país con el “sexteto” de mediadores internacionales, integrado por los cinco países miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, más Alemania. La ronda siguiente está programada para el 26 de mayo. 

Las partes quedaron conformes con la primera ronda, de conocimiento mutuo, celebrada el 14 de abril en Bagdad. La jefa de la diplomacia de la UE, Katryn Ashton, expresó que en el nuevo encuentro se esperan “medidas concretas para el logro de una solución integral del problema nuclear iraní”. Es verdad que las posturas de las partes son de momento poco coincidentes. De Irán desean que cierren la planta en Fordow, que se encuentra bajo el control del OIEA, que congele los trabajos de enriquecimiento complementario del uranio hasta un 20 %, y se libre de los excedentes de uranio enriquecido, por cuanto no es necesario, en tal cantidad, para fines médicos. 

Teherán expuso su postura en forma de “nuevas iniciativas”. Uno de los seis puntos se refiere justamente a Fordow. Su esencia es la siguiente. Teherán no cerrará la planta, pero consentirá en las inspecciones imprevistas, firmando un Protocolo anexo al Tratado de no proliferación de los armamentos nucleares. Pero, a condición de que Israel firme también ambos documentos. Detrás de las conversaciones sobre Fordow se distingue la “carta israelí” en el naipe de Teherán. No está descartado que la apuesta a esa carta resulte correcta, supone Borís Dolgov, experto del Instituto de estudios Orientales: 

–La gestión con respecto a Israel es la carta que puede ayudar a Irán. Por cuanto es sabido que Israel posee armamento nuclear, aunque no lo confirme, y al mismo tiempo, no es miembro del Tratado de no proliferación de armamento nuclear. La referencia a la situación del arma nuclear israelí puede desempeñar su papel. 

Una opinión diametralmente opuesta tiene Vladímir Sotnikov, experto del Instituto de Estudios Orientales: 

–Pienso que tal postura de las autoridades iraníes difícilmente ayude a la solución de su problema. Pues, Israel no firmará documentos algunos, y propicia una política ambigua en lo que concierne al potencial nuclear. A mi juicio, el tema israelí no es constructivo en este caso. 

El experto indicó que, hasta ahora no se han reunido pruebas algunas de que los iraníes estén creando en secreto el arma nuclear. No hubo nada nuevo en el informe de noviembre del OIEA, ni en su comunicado de prensa reciente. En la antesala de la nueva ronda de conversaciones, la comunidad internacional no tiene argumentos convincentes contra Teherán, señala Vladímir Sotnikov: 

–Me parece que los iraníes lo tienen claro, por la declaración de Soltanie, y entienden que, prácticamente, no tienen nada en su contra. Pero desean reforzar su postura en la ronda de conversaciones del 26 de mayo. ¿Con qué fin?-, surge la pregunta. Para lograr determinadas concesiones de parte de los participantes occidentales del “sexteto” que optan por la vía del recrudecimiento de las sanciones. 

Vladímir Sotnikov admite que, en la ronda próxima de Bagdad, las exigencias de los interlocutores internacionales pueden ser más evasivas. Los participantes occidentales del “sexteto” necesitan avances en la solución del problema nuclear iraní. En ellos está interesado Barack Obama, antes de las elecciones en EEUU. Teherán, por su parte, a juzgar por las últimas declaraciones de los dirigentes del país, está interesado a todas luces en la cooperación con la comunidad internacional. E incluso en el restablecimiento de relaciones con “Satanás”, o sea, con Washington, lo que expresara un político influyente, como es Hashemi Rafsandjani. 

Es prematuro hablar de un posible progreso, pero existe la posibilidad de que las partes se aproximen más a la solución de la ecuación iraní, explica el experto. Pero, sólo si no será planteado el tema de Israel, el que se encuentra fuera de esa ecuación.


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