Los aviones no tripulados del futuro serán dirigibles cargados de drones que resultarán mucho más económicos, eficaces y peligrosos
Uno de los fabricantes de armas punteros en el mundo, la británica BAE Systems, ya marca las líneas que ha de seguir la industria de los aviones militares no tripulados de la mano de un nuevo prototipo: una gran nave que planeará a grandes alturas y que portará drones a bordo como si fueran los misiles de un caza. MBDA, empresa líder en fabricación de misiles, subsidiaria de BAE Systems, ha diseñado un medio revolucionario para resolver los problemas pendientes que limitan las prestaciones de los drones contemporáneos, usados en abundancia en Oriente Medio y otros rincones del mundo en misiones de reconocimiento y de combate.
El principal inconveniente de los aviones no tripulados que operan en la actualidad es su limitada cantidad de combustible o de energía, lo que limita su tiempo de vuelo y acorta sus misiones. Por esa razón, cuando agotan su combustible los drones deben ser sustituidos por otros con energía para no quitar ojo al territorio de enemigo. Además, si las tropas del adversario no son localizadas, los aparatos gastan sus recursos técnicos y su combustible en vano. Un lanzacohetes volador Los expertos de MBDA creen que todas estas desventajas se limitan a los drones que despegan de aeropuertos en tierra o de portaavienes en el mar. Por eso proponen la idea de crear para 2030 un gran dirigible que contendrá drones en su interior. Estos dirigibles contarán con sus propias instalaciones de reconocimiento, podrán volar a una altitud fuera del alcance de las defensas enemigas, y serán capaces de detectar objetivos y de 'liberar' drones de su interior, de la misma forma que un caza lanza un misil.
Cada dirigible contendrá al menos dos tipos de drones: un explorador pequeño y otra versión más grande. Cada uno irá equipado con motores eléctricos del tipo turbofán y una ojiva de combate de un kilogramo de peso. El drone pequeño podría ser usado para misiones de reconocimiento en distancias de no más de 30 kilómetros, mientras que el avión más grande podrá volar hasta un máximo de dos horas buscando objetivos dificiles de encontrar. El sistema de mando del todo el complejo lo controlará un militar especial que solo tendrá que presionar un par de botones para elegir el drone y enviarlo al lugar de la misión. Una de las ventajas de este sistema es que elimina la necesidad de financiar una amplia red de bases militares en tierra con aeródromos indispensables para lanzar los drones contemporáneos. Además, los dirigibles flotan en el aire y casi no gastan combustible y energía, lo que permite ahorrar dinero y tiempo. Tampoco consumirán recursos en vano, ya que su misión empezará una vez el dirigible detecte su blanco. Otra de las ventajas de este porta-drones volador es su capacidad para controlar un gran territorio enemigo. Según la empresa diseñadora, el prototipo ya está en el punto de mira de potenciales compradores.
Via: mbda-systems.com
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