Corbis El caos en Siria y el derrocamiento del presidente Bashar al Assad permitirá a EE.UU. llevar a cabo más fácilmente un bombardeo de las instalaciones nucleares y de misiles de Irán y hacer que la República Islámica tenga mucho menos tiempo para reaccionar.
Según el detallado informe sobre los planes norteamericanos, revelado por la revista estadounidense ‘Aviation Week’, el Ministerio de Defensa del país y el gobierno de Barack Obama ven el año 2013 como el más probable para realizar el ataque, aunque no excluyen que el hecho pueda suceder mucho antes. Reto: acabar con radares aéreos Según el sitio, lo que más preocupa a EE.UU. es que la República Islámica goza de aliados en materia de inteligencia. Así, los radares de defensa antiaérea sirios comparten toda la información con Teherán.
Cualquier ataque contra Irán será trasmitido a través de Turquía al norte de Siria, en Jordania y Arabia Saudita, o directamente a través de Siria, Líbano e Israel. Ambas rutas requieren el 'apagón' de radares sirios para que los ataques puedan ser directos. La caída del actual gobierno del país y el caos que llevaría el hecho podría dejar las manos libres a EE.UU., haciendo posible llevar a cabo un ataque directo contra Irán, más indefenso ante el bombardeo, subraya el informe. Ataque inminente
De acuerdo a la información revelada, hay evidencias de que EE.UU. no va a tolerar mucho tiempo la intransigencia de Irán respecto al abandono del desarrollo de su controvertido programa nuclear en el que tanto insiste el país norteamericano y Occidente. Los planificadores militares y asesores de la Casa Blanca, apunta el medio, están actualmente discutiendo el tiempo oportuno para realizar un bombardeo, considerando que el 2013 podría ser el más conveniente, ya que, según predicen, tras las elecciones presidenciales de este noviembre, la presión política en EE.UU. para evitar el dicho ataque estará en su punto más bajo. Además, la Casa Blanca apuesta por el apoyo de Israel, cuya situación interna se “va estabilizando y solidificando”, indica el informe. Armas que harán temblar Para la misión EE.UU. está preparando sus F-22 Raptor, aviones de caza monoplaza y bimotores de quinta generación que disponen de capacidades que les permiten realizar misiones que incluyen ataque a tierra, guerra electrónica, e inteligencia de señales.
El Raptor dispone de tres bodegas de armas, con la capacidad de montar dos bombas de tamaño medio o bien ocho bombas de pequeño diámetro, como las nuevas SDB ('Small-Diameter Bomb' por sus letras en inglés). Además, para su misión EE.UU. planea recurrir al uso del Señuelo Perturbador Aéreo Miniatura (MALD) que goza de un rango aproximado de 575 millas náuticas y busca proteger aeronaves tripuladas, cegando o confundiendo a los radares enemigos, revela el informe.
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