Corbis / Paul Souders
Las autoridades de Sudán denunciaron haber interceptado a un espía israelí en su territorio. Israel confirmó la presencia de uno de sus 'agentes', precisando que estaba cubierto de plumas y pesaba menos de 13 kilos.
Según reveló el periódico egipcio 'El Balad', cuando los investigadores del país hebreo anillaron al ave, le proporcionaron un equipo adicional energizado con pequeños paneles solares incrustados en el plumaje. Los corresponsales del diario supusieron que aquel equipo podría grabar y transmitir información y fotografías vía satélite.
"Es un buitre joven, anillado junto a otros cientos en octubre pasado", objetó un ornitólogo de la Autoridad israelí para la Naturaleza y los Parques. "Tiene dos anillos y un chip de GPS fabricado en Alemania". Descartó la posibilidad de que esos dispositivos puedan tomar fotografías. "Es un equipamiento que únicamente puede distribuir datos sobre la distancia recorrida y la altitud", aseguró.
Esta no es la primera ocasión en que los Gobiernos de Medio Oriente se acusan unos a otros de emplear recursos biológicos para espiar en territorios de sus vecinos con fines bélicos o de inteligencia.
Después de una serie de ataques de tiburones en la costa de Sinaí en 2010, muchos en Egipto insinuaron que podían ser fruto de un trabajo premeditado del Mossad con los animales. En 2011 Arabia Saudita capturó un águila equipada con unos supuestos dispositivos de espionaje y un anillo de la Universidad de Tel Aviv.
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