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martes, 4 de diciembre de 2012

La OTAN advierte a Siria de que no tolerará el uso de armas químicas



La decisión de la OTAN de desplegar baterías antimisiles Patriot en Turquía, que tomarán este martes los ministros de Exteriores de la Alianza reunidos en Bruselas, se ha cruzado con las crecientes informaciones de que el régimen de Damasco podría estar preparando sus arsenales de armas químicas para utilizarlos contra la oposición. El despliegue de los Patriot se producirá en las próximas semanas, una vez que se cierren todos los aspectos técnicos, y la Alianza ha insistido en que se trata de una medida únicamente defensiva, sin ningún propósito ofensivo.

Sin embargo, la hipotética utilización de armas químicas por parte del régimen de Bachar el Asad puede provocar un cambio radical en la decisión de Occidente de mantenerse al margen de la guerra civil siria. "El posible uso de armas químicas sería inaceptable y esperaría una reacción inmediata de toda la comunidad internacional", indicó este martes Rasmussen en Bruselas. Estados Unidos ha advertido directamente que, de confirmarse las informaciones que manejan sus servicios secretos, que señalan que Damasco está desempolvando y preparando sus arsenales químicos, actuarían de forma contundente.

Sin embargo, en la sede la OTAN todos los portavoces insisten en que el despliegue de los Patriot en Turquía no tiene que ver con este nuevo factor sobre el terreno. "En ningún caso tendrá funciones ofensivas ni servirá para apoyar una hipotética zona de exclusión aérea", señaló el secretario general, Anders Fogh Rasmussen, al principio de la cumbre de ministros, que se celebra este martes y mañana en Bruselas.

Rasmussen insistió en que los rusos habían sido informados del proceso de despliegue en todo momento y que se trata de un asunto interno de la OTAN, en defensa de un país que ha pedido la ayuda de sus socios atlánticos invocando el artículo cuarto. "El objetivo es proteger a la población turca y al territorio turco ante ataques con misiles. Es un asunto totalmente defensivo. No tenemos intenciones ofensivas", agregó.


"Desplegar misiles en la frontera no sirve para mejorar la situación, más bien la empeora", afirma el presidente ruso, Vladímir Putin

El Consejo de Ministros comienza precisamente con un encuentro de los 28 socios con Rusia, que estará casi enteramente dedicado a la cuestión siria. Moscú es uno de los pocos aliados que le quedan al dictador sirio, que ha sumergido a su país en una guerra civil que se prolonga desde hace 20 meses y que ya ha provocado 40.000 muertos, según diferentes fuentes. "Desplegar misiles en la frontera no sirve para mejorar la situación, más bien la empeora", declaró el lunes el presidente ruso Vladímir Putin, que se reunió en Estambul con el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan.

En las últimas horas se han multiplicado las informaciones provenientes de Washington que indican, primero, que Bachar el Asad ha movido sus arsenales de armas de destrucción masiva y, segundo, que ha comenzado a mezclar elementos químicos que podrían ser utilizados para forjar gas sarín, un agente nervioso devastador. La secretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton, que se encuentra este martes en Bruselas, reiteró el mismo mensaje que había lanzado su presidente: el uso de ese arsenal representaría "cruzar una línea roja" y Washington "actuaría en caso de que ocurriese".

"Los arsenales químicos sirios constituyen una enorme preocupación para nosotros. Sabemos que los tiene y deben ser incluidos en nuestros cálculos. Por eso queremos ofrecer una protección efectiva a nuestro aliado en un plazo lo más rápido posible", señaló Rasmussen que, sin embargo, en una conversación con periodistas el lunes manifestó que se trataba de un terreno hipotético y que la OTAN no tenía en la agenda ninguna intervención, ni siquiera el establecimiento de una zona de exclusión aérea.

Por ahora se trata de informaciones de los servicios secretos estadounidenses e israelíes sobre el terreno, reveladas el lunes por el diario The New York Times. Sin embargo, en los últimos días sí se ha producido un importante cambio sobre el terreno que ha aumentado el temor a que El Asad tome una medida tan brutal como desesperada: los combates en la capital se han acentuado, llegando a producir incluso el corte de la carretera que lleva al aeropuerto y la caída de internet en todo el país. En las últimas décadas, solo el dictador iraquí Sadam Husein se atrevió a usar armas químicas contra su propia población, en el Kurdistán iraquí, en los años ochenta.

Los expertos militares señalan que se necesitan entre 18 y 20 baterías para cubrir los 900 kilómetros de frontera entre Siria y Turquía, en el sureste de la zona OTAN. En algunos puntos de esta frontera los proyectiles sirios han impactado en territorio turco en las últimas semanas, causando la muerte a varios civiles. Fuentes de la organización citadas por la agencia AFP señalaron que lo más probable es que se desplieguen en torno a seis baterías, con un equipo de entre 300 y 400 soldados. El sistema Patriot está también preparado para derribar aviones, aunque fuentes atlánticas indicaron que en Turquía solo se utilizarán contra misiles Scud, que el Ejército de Bachar el Asad podría cargar además con armamento químico. Alemania, Holanda y Estados Unidos son los países que participarán en el despliegue.


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