espacioseuropeos.com (3/10/2010)
El digital nicaragüense Siglo XXI.com, destapó una noticia que ha convulsionado a los ciudadanos de Guatemala. Al parecer, el gobierno de Estados Unidos realizó experimentos médicos con personas en Guatemala durante los años 1946 a 1948. Tales experimentos consistían en infectar a ciudadanos guatemaltecos de virus de sífilis y gonorrea, sin su consentimiento.
La secretaria de Estado, Hillary Clinton, se disculpó el pasado día 1 de este mes con Guatemala “por los experimentos que infectaron intencionalmente a personas de ese país con sífilis y gonorrea entre 1946 y 1948, y anunció una investigación al respecto”,menciona el citado digital.
En un comunicado conjunto con la secretaria de Salud de Guatemala,Kathleen Sebelius, Clinton calificó de “antiético” los experimentos realizados consistentes en inocular enfermedades de transmisión sexual a ciudadanos de Guatemala durante el Gobierno de Juan José Arévalo Bermejo (Guatemala) y Harry Truman (Estados Unidos).
Uno de los párrafos del comunicado dice textualmente lo siguiente:“Lamentamos profundamente que esto haya sucedido y ofrecemos nuestras disculpas a todas las personas que resultaron afectadas por esas abominables prácticas de investigación”. El comunicado finaliza así: “A medida que avanzamos para comprender mejor este atroz suceso, reiteramos la importancia de nuestra relación con Guatemala y nuestro respeto por el pueblo guatemalteco, así como nuestro compromiso con las normas éticas más exigentes en la investigación médica”.
Los experimentos con humanos, sin su consentimiento, estuvieron programados por el Servicio de Salud Pública de Estados Unidos durante la Administración de Harry S. Truman (1945-1953), el presidente que, recordemos, dio la orden de lanzar dos bombas atómicas sobre Japón.
Los experimentos -de lo poco que se conoce- consistieron en infectar a personas (soldados y presidiarios guatemaltecos) de enfermedades sexuales para analizar su desarrollo sin suministrarles tratamiento médico. Los experimentos fueron muy prolongados.
Estas prácticas se han conocido gracias a los trabajos de investigación de la científica estadounidense de la Universidad de Wellesley, Susan Reverby, que afirma que unas 700 personas fueron infectadas, muchas de ellas pacientes internados en instituciones para enfermos mentales, según el Siglo XXI.com.
La Secretaria de Estado Hillary Clinton afirmó que se siente indignada “de que tal investigación reprochable haya ocurrido bajo el pretexto de la salud pública” y que “no representa los valores de Estados Unidos” ni su“compromiso con la dignidad humana y el gran respeto hacia el pueblo de Guatemala”.
Ahora vendrán comisiones de investigación, disculpas de todo tipo y poco más. Pero no estaría de más que se conocieran los nombres de los políticos y científicos (de Estados Unidos y Guatemala) que decidieron y participaron en ese crimen de lesa humanidad.
¿Cuándo nos enteraremos de lo qué están haciendo ahora con nosotros?
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