Los gobiernos de Rusia y Georgia han vuelto este lunes a cruzar acusaciones coincidiendo con el tercer aniversario del conflicto que enfrentó a ambos países por el control de las regiones separatistas de Osetia del Sur y Abjazia y, lejos de calmarse los ánimos, Moscú ha calificado al presidente georgiano, Mijail Saakashvili, de "anomalía" y éste ha devuelto los reproches advirtiendo de que las autoridades rusas pretenden "derrocar" su administración.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha declarado este lunes durante una comparecencia ante los periodistas que "el presidente Saakashvili es una patología y una anomalía del pueblo georgiano", e incluso lo ha tachado de "malcriado".
En este sentido, Lavrov se ha remitido a la postura ya manifestada en varias ocasiones por el presidente ruso, Dimitri Medvedev, que incluso la semana pasada calificó a Saakashvili de "imbécil" por su papel en el conflicto de 2008 e hizo hincapié en que no le perdonaría.
"Como el presidente Medvedev ya ha dicho, no nos relacionamos con georgianos con esa personalidad", pese a que, según ha explicado el jefe de la diplomacia rusa, estarían dispuestos a entablar "contactos pragmáticos y de interés mutuo" si hubiese otro líder en la antigua república.
Medvedev ha inspeccionado este lunes la base militar de Molkino, en la zona sur de Rusia, donde ha aplaudido la labor de las tropas de su país al repeler al "agresor", como ha calificado a Georgia.
Ambos países mantuvieron un breve enfrentamiento en agosto de 2008 después de que las tropas georgianas tratasen de recuperar el control en Osetia del Sur. Tanto esta región como la vecina Abjazia fueron reconocidas como independientes por Moscú, que mantiene tropas instaladas en las dos regiones pese al alto el fuego acordado.
HOMENAJE A LOS CAÍDOS
Saakashvili también se ha referido este lunes a la guerra y, durante una entrevista a la emisora Eco de Moscú recogida por RIA Novosti, ha lamentado que el conflicto "no ha acabado para los rusos". "No reconocen el acuerdo de paz y oficialmente quieren derrocar a nuestro Gobierno", ha advertido.
El presidente georgiano ha participado junto al patriarca Ortodoxo, Ilia II, en una ceremonia de recuerdo a los caídos durante la guerra de 2008. Al acto han asistido decenas de soldados que han ondeado banderas nacionales.
Tiblisi mantiene que 228 civiles y 169 efectivos de seguridad georgianos murieron durante el conflicto, mientras que Moscú cifra en 64 los caídos en sus filas.
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