La Liga Árabe acepta el plan de reformas encaminadas a frenar la violencia en Siria, propuesto por el presidente, Bashar al-Assad. Así lo ha anunciado el secretario general de la organización, Nabil al-Arabi, tras visitar Damasco.
“Hemos aceptado las medidas a tomar para poner fin al derramamiento de sangre en Siria, y estas medidas se presentarán en la Cumbre de ministros de Exteriores de los países miembros de la Liga, que se celebrará el lunes en El Cairo”, declaró Al-Arabi.
La organización insta a Damasco a iniciar un diálogo con todas las partes de la sociedad siria con el fin de alcanzar la reconciliación nacional. Además el secretario general de la Liga llamó a Al-Assad a acelerar la realización de reformas para que “cada ciudadano sirio pueda sentirlas”.
Asimismo el alto funcionario reiteró que la Liga Árabe se pronuncia en contra de cualquier injerencia extranjera en la situación que se vive en el país.
Las protestas antigubernamentales se iniciaron en este país de Oriente Próximo en marzo de 2011 en la ciudad fronteriza de Deraa y luego se expandieron por otras localidades de Siria. Desde entonces más de 2.000 personas han muerto en enfrentamientos con las fuerzas del orden del país, según los datos de la ONU. A su vez Damasco señala que alrededor de 500 policías y militares han perdido la vida en enfrentamientos con sujetos armados, a los que las autoridades sirias califican de terroristas.
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