El cambio de dirección en la prioridad de los Súper Tucanos en Honduras aparentemente está ligado al apoyo de Rusia, que parece más interesada en ayudar a su aliado Nicaragua, que los EE.UU. en asistir a sus aliados en la guerra contra el narcotráfico. Efectivamente, Rusia promete una cooperación militar de 26,5 millones de dólares en los próximos tres años a Nicaragua para la modernización de unidades de rescate, la creación de dos hospitales campales, y la renovación del cuerpo de ingenieros. Indudablemente, la asistencia incluirá repuestos, y de ser posible, paquetes de modernización de algunos implementos de combate y defensa aérea. Daniel Ortega, por su parte, no ha dejado de insistir en que busca en Rusia helicópteros y aviones de patrulla e interdicción. Hay que recordar que Rusia ya suministró dos nuevos Mi-171 en el 2009.
Esto ha sido causa de gran especulación, hablándose en algunos círculos del K-8. Sin embargo, ese aparato es de fabricación china, y seria dudosa su adquisición por medio de los rusos. De llegar el K-8 seria por financiamiento por parte de otro aliado, como podría ser Venezuela. Otro mencionado es el Mig-21, que podría venir de excesos rusos; Pero en su versión original, ese aparato ya es muy viejo y causa de dolores de cabeza en su mantenimiento. Eso abre la puerta a que aparatos de exceso pudieran ser modernizados por Rosoboronexport y RSK MiG de la misma manera que se hace con los modelos de Croacia, pero esto sugeriría una inversión millonaria en las maquinas, cosa que deberá correr por parte del gobierno ruso. Finalmente, se menciona la posibilidad de obtener los YAK-130, lo que pondría a Nicaragua al frente de las Fuerzas Aéreas de la región dada las prestaciones de combate de este aparato. Lamentablemente, no hay nada que sea bueno, bonito y barato, ni de obtener, ni de mantener. (JMH)
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