Treinta militares del Regimiento de Artillería Antiaérea 73 de Cartagena dejarán la próxima semana su apacible vida en el Acuartelamiento de Tentegorra para trabajar durante cuatro meses en una de la zonas en guerra más peligrosas del planeta: la provincia afgana de Badghis. Allí se encargarán, junto con otros militares españoles, de formar a soldados para combatir a los insurgentes que siembran el terror con continuos ataques armados en toda la zona occidental del país asiático.
La del RAAA 73 es la primera unidad de artillería antiaérea que realiza una campaña internacional de gran riesgo y ha sido seleccionada por su «alto nivel de preparación», destacan fuentes militares. El Acuartelamiento de Tentegorra posee actualmente el material de defensa antiaérea más moderno del Ejército de Tierra español: el grupo de misiles Nasams.
Los soldados serán despedidos oficialmente el próximo lunes con una parada que será presidida por el general jefe del Mando de Artillería Antiaérea, Juan Vicente Cuesta Moreno, anunció ayer el Ejército de Tierra.
La unidad de Cartagena está integrada por oficiales y suboficiales especializados en defensa antiaérea que formarán parte del Equipo Operativo de Monitorización y Enlace (OMLT son sus siglas en inglés) que entre septiembre y octubre activa la Fuerza Española en Afganistán (Aspfor) XXIX en Badghis. Un grupo de legionarios de la base Álvarez de Sotomayor, de Viator, en Almería, fueron los primeros en partir el pasado día 8. Ese contingente lo completan especialistas de la Inspección General del Ejército y de la Brigada de Infantería Ligera San Marcial.
Entre sus cometidos, los militares cartageneros tendrán que adiestrar a sus colegas afganos, prepararlos para la cooperación con fuerzas de la OTAN y dirigir su implantación en el teatro de operaciones.
Terreno muy peligroso
Una vez logrado el despliegue del Ejército Nacional Afgano en la zona de Herat, los militares españoles trabajan ahora para consolidar la presencia de la fuerza internacional de seguridad (conocida por sus siglas inglesas, ISAF) en la provincia de Badghis. El último contingente español en la zona, formado por soldados de la Brigada de Canarias, trabajó para ampliar las condiciones de seguridad durante las tareas de construcción de una carretera sobre la ruta 'Lithium', que conecta Qala-i-Naw con el norte de la provincia; o el mantenimiento de la seguridad sobre la ruta Opal hasta Darrah-i-Bum. El Ministerio de Defensa también ha destacado que la arriesgada labor de los militares españoles ha ayudado a los soldados afganos a mejorar la seguridad en las carreteras de la provincia, así como a desarrollar programas de reinserción de talibanes.
Antes de desplazarse a Afganistán, los militares del acuartelamiento de Tentegorra han superado un proceso de adiestramiento y evaluación que incluyó un ejercicio sobre procedimientos de trabajo. Ensayaron diversos supuestos que podrían encontrar en aquel país, entre ellos, ataques suicidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario