El Gobierno de EE.UU. aseguró hoy que no da importancia a los planes anunciados por la Armada iraní de enviar una flota de barcos de guerra al Atlántico, cerca de la costa estadounidense, dada la "limitada capacidad naval" del país árabe.
"No tomamos estas declaraciones en serio, ya que no reflejan en absoluto las capacidades navales de Irán", dijo en su conferencia de prensa diaria el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
El comandante de la fuerza naval iraní, contraalmirante Habibulá Sayyari, reiteró el martes en un discurso sus planes de desplegar barcos de guerra en el océano Atlántico, precisando que se situarían "cerca de las fronteras marítimas estadounidenses".
"Dado el limitado tamaño y capacidad de la Armada iraní, les convendría centrarse en retos más cercanos a casa", dijo por su parte la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, en su rueda de prensa.
Algunos de esos retos son la "reducción del potencial de accidentes en el Golfo" pérsico y la "ayuda para luchar contra el terrorismo en el Golfo de Adén", indicó Nuland.
El portavoz del Pentágono, George Little, también se mostró escéptico con respecto al empaque naval iraní.
"Tendremos que ver lo que pueden hacer o no después de estas declaraciones. Saber si pueden proyectar un verdadero poder naval es una pregunta en sí misma", indicó Little.
Sayyari, que ya había apuntado en julio a la posibilidad de desplegar buques en aguas internacionales del Atlántico, no precisó el lugar ni la fecha en la que se enviaría la flota.
No obstante, declaró que el objetivo era contrarrestar la presencia cercana de sus fronteras de "arrogantes poderes" estadounidenses, según indicó la agencia oficial iraní IRNA.
Las fuerzas navales iraníes tienen una gran presencia en el golfo Pérsico y el estrecho de Ormuz, por donde pasa una buena parte del petróleo que sale de la zona hacia todo el mundo.
Aunque Irán está sometido a un embargo internacional de armas desde principios de la década de 1980, ha conseguido desarrollar un programa bélico propio que incluye misiles de medio alcance y sus fuerzas navales se han desarrollado considerablemente en las dos últimas décadas, según expertos internacionales.
Estados Unidos acusa a Teherán de ocultar, bajo su programa nuclear civil, otro de naturaleza clandestina y ambiciones bélicas, cuyo objetivo sería adquirir armas atómicas, acusación que Irán rechaza.
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