Estados Unidos, Rusia y varios países europeos suministraron armas a regímenes represivos de Oriente Medio y el Norte de África antes de la primavera árabe, pese a tener pruebas de que podían ser usados contra los opositores, afirmó Amnistía Internacional el miércoles.
La organización de defensa de los derechos humanos estima en un nuevo informe que las transferencias de armamento a Bahréin, Egipto, Libia, Siria y Yemen desde 2005 evidencian el fracaso de los controles de exportación y la necesidad de un tratado "efectivo".
"Estas conclusiones ponen de relieve el pésimo funcionamiento de los controles de exportación de armamento vigentes, con todos sus vacíos, y subrayan la necesidad de adoptar un tratado efectivo sobre el comercio de armas que tenga plenamente en cuenta la necesidad de respetar y defender los derechos humanos", declaró la investigadora de Amnistía Helen Hughes.
Según el informe, algunos de los gobiernos que ahora respaldan los procesos democráticos en la región son los que hasta muy recientemente suministraron armas, municiones y otros equipos militares que fueron empleados por los regímenes autoritarios para reprimir los levantamientos.
En el caso de Siria y de Yemen, donde continúa la represión de las protestas populares, las fuerzas de seguridad utilizan todavía ese material, denuncia la organización con sede en Londres.
Amnistía señala alfabéticamente a Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Estados Unidos, Francia, Italia, República Checa, Reino Unido y Rusia como los 10 principales proveedores de armas a los cinco países examinados.
La organización identificó a 11 países que proporcionaron asistencia militar o permitieron exportaciones a Yemen, entre ellos Estados Unidos y Rusia, y precisó que este último es también el principal proveedor de de Siria, país al que destina "alrededor de un 10%" de sus exportaciones totales de armamento.
En lo que se refiere a Libia, 10 gobiernos concedieron licencias de suministro de armas al régimen del ahora derrocado Muamar Gadafi desde 2005, incluido el de España.
Amnistía asegura que este mismo año halló en Misrata, la tercera ciudad libia bombardeada durante meses por las fuerzas de Gadafi, municiones de racimo y proyectiles de mortero de fabricación española cuya venta fue autorizada en 2007, menos de un año antes de que España firmara la convención internacional que prohíbe este tipo de municiones.
España figura asimismo entre la veintena de países que exportaron material armamentístico a Egipto, cuyo principal proveedor es Estados Unidos.
La organización reconoció sin embargo en su informe que la comunidad internacional dio "algunos pasos" para restringir la venta de armas a los cinco países examinados.
Pero, agregó Helen Hughes, "los embargos de armas suelen adoptarse en los casos de crisis de derechos humanos en los que 'ya es demasiado tarde'".
ra/me
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