Una serie de países asiáticos, no permitiran a los EEUU cerrar la válvula del petróleo iraní. La semana pasada, India y Turquía se han negado a apoyar a Washington en el embargo de la UE a las importaciones del petróleo iraní. Previamente, China anunció que no apoya las sanciones contra Irán. Además, justo antes de la decisión de Bruselas del 23 de enero para detener la compra de petróleo de Irán, una serie de países occidentales renuevan con urgencia los contratos con los socios iraníes para evitar las sanciones.
Después de lo expuesto por China, Nueva Delhi y Ankara retaron directamente a los EEUU. Ellos confirmaron que cumplen las sanciones de la ONU contra Irán, pero no van a contar con el embargo petrolero de países particulares. Es cierto que el enviado especial del presidente de EEUU Geithner Timoteo en Tokio consiguió hacer lo que no pudo hacer en Pekín. Allí lo aseguraron que Japón rápidamente y de forma programada reducirá las compras de petróleo iraní. Después de la Unión Europea y China, Japón es el tercer importador de hidrocarburos iraníes. Corea del Sur, que compra el petróleo iraní tanto como la India, todavía no han dado una respuesta definitiva a la insistencia de EEUU de mantener el embargo. Seúl, dijo que busca un término medio. El experto orientalista Alexander Salitsky considera que Washington puede que sea capaz de hacer que Corea del Sur siga el mismo camino que Japón:
–Los dos países son aliados de los EEUU, quienes tradicionalmente practican una política muy dolorosa para los intereses asiáticos. A pesar de que Japón y Corea del Sur apoyan las sanciones, en estos países están gestando lentamente un profundo resentimiento por el papel de "hermano menor" de los EEUU. Estas sanciones no tendrá mucho éxito. Está claro que China e India seguirán comprando el petróleo iraní. Así que, una vez más, no habrá una gran medida anti-iraní. Tales acciones evidencian no tanto la fuerza como la aparente debilidad de los EEUU en la región asiática.
Otro punto de vista: Washington trata de jugar la carta del petróleo iraní para crear problemas adicionales de energía con su rival global la Unión Europea. Los EEUU no compran hidrocarburos iraníes, la Unión Europea, por el contrario, cubre sus nesecidades entre el 20 y el 40 por ciento de sus importaciones de petróleo de Irán. Este punto de vista, no es compartido por el experto del Instituto de Europa Vladislav Belov y presenta los siguientes argumentos:
–Por un lado la UE y EEUU juegan la recesión mundial, disminuyendo el volumen de la demanda de hidrocarburos. En estas condiciones, la mayoría de los políticos de los EEUU y de la UE esperan que las posibles consecuencias negativas para sus respectivos países sean mitigadas. Los Estados Unidos podría verse afectado, si después del embargo se alzan los precios de hidrocarburos. Pero en cualquier caso, los EEUU no juega la carta económica de las sanciones contra Irán como una herramienta para influir en sus socios europeos en términos de una posible escasez de petróleo.
En cualquier caso, si los EEUU cierra la válvula de petróleo de Irán, está claro que no hasta el fin ni de una vez. No se descarta que Irán tratará de vender materias primas a China o India a un precio razonable. Sus economías siguen siendo los motores del crecimiento mundial. Turquía también podría aumentar la adquisición de petróleo, en particular, para revender a los europeos.
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