No habrá problemas con el suministro de petróleo en España. Así lo afirmó ayer el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, tras la decisión adoptada por los 27 países miembros de la Unión Europea de bloquear las importaciones de petróleo procedente de Irán, en respuesta al más que probable programa nuclear que el régimen de Mahmud Ahmadineyad estaría desarrollando con fines militares.
La decisión adoptada ayer en Bruselas, en el marco del Consejo de Asuntos Exteriores de la UE, obligará a los países comunitarios a buscar fuentes de suministro alternativas, y España, uno de los más perjudicados (junto con Grecia e Italia), ya la ha encontrado. Al menos así lo afirmó ayer el ministro de Asuntos Exteriores, quien explicó que, a partir de julio, será Arabia Saudí quien nos proveerá del oro líquido, pero, eso sí, y así lo reiteró el titular de Exteriores, sin que el precio sufra variaciones significativas (al menos, ése es el compromiso que, según García-Margallo, se ha adquirido con los saudíes).
Irán es, por el momento, uno de los principales suministradores de crudo de la UE. De hecho, el año pasado se consumieron 450.000 barriles de petróleo en Europa, lo que supone el 20 por ciento del total consumido. Pero el problema es que España se encuentra entre el grupo de países que más oro líquido importa procedente de Irán. De hecho, el 20 por ciento del petróleo que ´entra´ en España procede del país de los ayatolás (en 2010 era del 14 por ciento, pero a raíz del conflicto en Libia España incrementó los contratos con Irán).
Así las cosas, la decisión adoptada por los 27, aunque a priori podría resultar perjudicial para España, si las declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores son ciertas (y, a priori, no hay elementos de juicio contundentes para dudar de sus palabras), en el momento en que se bloquee definitivamente el petróleo iraní, el suministro del crudo a nuestro país estará garantizado.
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