El sargento Frank Wuterich, acusado del asesinato de 24 civiles, en noviembre de 2005 en Irak, la víspera se declaró culpable de negligencia en el cumplimiento de su deber, y tras un acuerdo con la fiscalía, puede ser condenado a tres meses de cárcel, comunicaron hoy medios de prensa.
Gracias a tal acuerdo, a Wuterich le perdonaron nueve cargos de homicidio no premeditado y además de los tres meses en la prisión, tendrá que pagar una multa equivalente al 75% de su salario y será degradado en el cargo hasta soldado raso.
El proceso judicial se desarrolla en una base de la Infantería Marina de EEUU, en Camp Pendleton, estado de California. El tribunal dictará su fallo definitivo los próximos días.
El 19 de noviembre de 2005, contra la unidad de Wuterich fue abierto fuego en la localidad de Haditha. Un militar murió por explosión de mina. Otros dos recibieron heridas.
Wuterich, sin experiencia previa de combate, envió a sus hombres a la caza de los supuestos insurgentes, ordenando liquidarlos. La operación se desarrolló según el principio “Dispara primero, piensa después”.
Al actuar de tal modo, los marines mataron a tiros en 45 minutos a 24 civiles que no opusieron resistencia. El sargento en persona asesinó a una mujer y un niño que habían escondido en una casa.
Wuterich dijo en el proceso que lamentó lo ocurrido, pero que actuó según el reglamento militar. Según la fiscalía militar, el sargento estaba al mando de sus subalternos, pero tomó una decisión errónea, al perder el dominio de sí tras ver la muerte de su compañero destrozado por la explosión.
Se trata de uno de los procesos más resonante en la historia de EEUU, en que figuran militares acusados de crímenes de guerra. Además de Wuterich, ante el tribunal comparecieron otros siete marines. Los expedientes de seis de ellos no fueron admitidos por los jueces. Uno más fue absuelto.
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