DOMINGO, 26 DE FEBRERO DE 2012 DIARIO PROGRESISTA
Las 16 agencias de Inteligencia estadounidense, comenzando por la CIA, mantienen que no existen pruebas fehacientes de que el régimen iraní se haya decidido siquiera a fabricar una bomba nuclear, un objetivo que abandonó en 1997 y que desde entonces no ha vuelto a abordar, frente a informes contrarios en este sentido.
Las evaluaciones más recientes de las agencias de espionaje de EEUU sobre la cuestión iraní son "ampliamente consistentes", según informa ´The New York Times´, con las conclusiones de la evaluación realizada en 2007 por las que se determina que Irán había decidido abandonar la carrera de armamento nuclear diez años antes. Estas conclusiones fueron ratificadas en una Estimación Nacional de Inteligencia de 2010 y siguen conformando "la opinión de consenso" de las agencias de Inteligencia.
En un testimonio presentado el pasado 31 de enero, el director de los servicios nacionales de Inteligencia, James R. Clapper Jr., ratificó que si bien EEUU entiende que Irán mantiene abierta la posibilidad de reanudar el programa de armamento nuclear ni hay pruebas de que hayan tomado tal decisión".
La opinión de Clapper Jr. goza del respaldo tanto del director de la CIA, David Petraeus, como del secretario de Defensa, Leon Panetta, y el jefe del Estado Mayor Conjunto del Ejército estadounidense, Martin E. Dempsey.
EEUU ni siquiera cree que Irán haya conseguido siquiera enriquecer el uranio del que dispone hasta un grado que le permita fabricar armas nucleares.
No obstante Israel, enemigo declarado de la república islámica y principal aliado de Estados Unidos en la región, ha advertido de que el actual derrotero del programa de enriquecimiento de uranio de Irán podría permitir a corto plazo la construcción de un arma nuclear, pero los oficiales estadounidenses estiman que Irán podría seguir una política de "ambigüedad estratégica", sembrando la duda en la comunidad internacional sobre sus intenciones, que por otro lado Teherán declara públicamente como pacíficas.
Fuentes oficiales bajo el anonimato entienden que el secretismo de Irán a la hora de desarrollar su programa nuclear ha levantado sospechas incluso entre los escépticos. "Esta discusión comenzó con el enriquecimiento de uranio, que ha puesto nervioso a todo el mundo. Los iraníes siguen alimentando estas sospechas", explican. Los analistas estadounidenses estiman, no obstante, que tal comportamiento no demuestra necesariamente que estén fabricando un arma nuclear.
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