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jueves, 8 de marzo de 2012

El negocio hispano-iraní se hunde

MIKEL AYESTARAN
Día 08/03/2012

REUTERS

La comunidad internacional ha endurecido sus sanciones financieras y, a partir del 1 de julio, entrará en vigor el embargo al petróleo, un nuevo escenario que cortará la progresión de negocio de países como España, que ha trabajado en los últimos años de forma intensa para abrir mercado en Irán.

Según los datos del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX) correspondientes a 2011 España fue el quinto país de la Unión Europea que más exportó a la república islámica. Sus exportaciones aumentaron un 33,2 por ciento frente a las cifras de 2010 y supusieron 655,3 millones de euros, una cuota del 6,24 por ciento dentro del conjunto de países comunitarios.

Este aumento sigue en la línea ascendente iniciada en 2009 y dibuja un crecimiento del 48 por ciento en los últimos dos años, una tendencia que en 2012 puede verse frenada por el clima de incertidumbre y «por lo difícil que resulta recibir dinero y efectuar pagos, muchas veces hay que llevar el dinero encima en metálico», asegura un empresario con larga experiencia en el país asiático que garantiza que «nunca había estado el tema tan mal para operar en Irán». Dubai y Turquía, las dos puertas más importantes que usaba la república islámica para sortear dificultades anteriores, también se han cerrado esta vez por las presiones estadounidenses.

En estos momentos 1789 empresas españolas están exportando a Irán (en 2009 eran 1448) y hay cinco compañías con delegaciones abiertas en el país asiático. La mayor parte se dedica a la venta de productos industriales y bienes de equipo, aunque los expertos apuntan a las grandes posibilidades que tendrían en el mercado iraní las empresas del sector de la alimentación. En sentido inverso, el petróleo supone el 96 por ciento de las exportaciones de la república islámica a suelo español. Este punto es también uno de los grandes afectados por el nuevo marco de las sanciones. Repsol se ha adelantado a la fecha del 1 de julio prevista para la entrada en vigor del embargo al crudo iraní y ahora trabaja en el vecino Irak. Cepsa, por su parte, sigue en activo aunque es muy posible que este sea su último mes, según fuentes consultadas.

De momento se ha publicado una lista de 180 productos que no se pueden importar, «aunque esto es Irán y buena parte de la importación llega a través del mercado negro», aseguran expertos del sector.

«Muchas empresas se asustan al oír hablar de sanciones, pero si se leen bien los textos es posible trabajar dentro de este contexto porque hay muchos sectores que no están afectados por la normativa. Hay margen suficiente para actuar dentro de la legalidad», afirman fuentes diplomáticas consultadas en Teherán.

El mayor problema para trabajar en estos momentos es el bancario. Hasta 2011 había cinco entidades españolas que trabajaban con el régimen islámico, hoy solo quedan dos. El bloqueo al Banco Central impide la entrada de divisas al país y los iraníes depositan ahora la moneda extranjera en bancos de China, Corea del Sur, India y Japón. ¿Hasta cuándo serán capaces de aguantar?



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